Escribió Laura Hijón la crónica de 50 años de sentimientos atrincherados en el Vicente Calderón y en ella describía magníficamente las sensaciones que surgían de la cabeza de Tiago Mendes, la emoción que supone decir adiós a un campo que ha dado más pasiones de las que jamás pensaron que un corazón pudiera sentir. Entre los vasos comunicantes del recuerdo la reportera abordó al jugador con una pregunta directa al tambor de su pecho: ¿Con qué palabra definirías el Vicente Calderón?
Y el futbolista del Atleti, como no queriendo ubicarse en la realidad, madurando aquellos segundos de la verdad hasta encontrar las palabras adecuadas, ante la insistencia de la periodista, exclamó un sincero "qué difícil", para a continuación sentenciar con un hilo de voz y once letras combinadas que le salieron directas del corazón: SENTIMIENTO.
No se podría definir mejor, es más, quizás no existan otras once letras capaces de resumir con mayor exactitud esos cincuenta años. Se pudo comprobar en el último partido a partido del Atleti en la Ribera del Manzanares, en aquel último trayecto en fila india hacia el partido de las leyendas, en las que se sintieron a flor de piel tanto las presencias como las ausencias. Las viejas glorias colchoneras y la magia, Ronaldinho andando y pintando cuadros de tacón, besando el verde y clamando respeto hacia la historia, la admiración mutua, la atronadora ovación como metáfora de un escenario que merece lo mejor, que merece mucho Más.
Y es que la historia de ese estadio siempre será la de un Corazón Partío, quizás por ello Alejandro Sanz (bético pero reconocido madridista) consciente de que el Calderón merece la mejor de las despedidas, eligió el templo colchonero para celebrar el aniversario del disco que marcó el instante decisivo de su brillante carrera. Aquel disco de Alejandro publicado en septiembre de 1997 con tan solo diez canciones es mucho Más, como el Calderón. Por mucho que el tic tac del reloj se empeñe, ninguno de ellos tienen fecha de caducidad por la sencilla razón de que permanecerán vivos en la memoria de la gente.
La vida es una incesante búsqueda de momentos e instantes y, no cabe duda de que el 24 de junio en el concierto único del Vicente Calderón, a partir de las 21:30 del citado día se producirá la maravillosa alineación de astros que merecen ambos acontecimientos. El asunto no es baladí, son 50 años de emociones y 20 de ‘corazones partíos’, por tanto se cerrará el círculo de dos leyendas y se abrirán las emociones hacia la eternidad.
En tan solo media hora se agotaron las entradas, convirtiéndose en el único artista español en agotar los billetes para un concierto en un estadio en tiempo récord. Y es que Más es Más, especialmente en este momento y en este escenario, no en vano los más de seis millones de discos vendidos en todo el mundo, lo convierten en el álbum más vendido de la historia de la música en España, con 2,2 millones de copias hasta la fecha.
No se ha dejado nada al azar, pues la ocasión es absolutamente única y se presume irrepetible. Los 25 millones de discos vendidos por Alejandro lo convierten en uno de los artistas de la historia del pop español con mayor número de ventas, pero quizás esos seis millones de Más van mucho más allá. Más allá porque cuando la música se acerca a la inmortalidad cobra una dimensión absolutamente diferente. Las cifras resultan abrumadoras, Corazón Partío, llegó al número uno y permaneció durante 70 semanas en el top de éxitos. El disco obtuvo tres Premios Ondas, cinco Premios De La Música, dos Premios Amigo, el World Music Award y el Premio IFPI. Ocupó el primer puesto en las listas de ventas en España durante 67 semanas, lanzando un universo paralelo llamado Sanz que corresponde a su forma única de interpretar y crear las canciones.
Paradójicamente, uno de los mayores errores que se pueden cometer con Más es intentar explicarlo a través de las cifras en lugar de a través de las emociones. Más es imposible de descifrar desde la perspectiva numérica porque solo se define con aquellas once letras: SENTIMIENTO. El que generó tanto en la gente como en la interminable lista de artistas que han hecho versiones de diez inmortales canciones:
Ese Último Momento; Siempre Es De Noche; La Margarita Dijo No; Hoy Que No Estás; Un Charquito De Estrellas; Amiga Mía; Si Hay Dios...; Aquello Que Me Diste; Corazón Partío; Y, ¿Si Fuera Ella?
La vida va y viene, pero no se detiene
El Calderón cerrará su leyenda con Más, un show en el que como ya ha anunciado Universal, será el más espectacular realizado en la carrera de Alejandro Sanz, con una escenografía diseñada especialmente para la ocasión, y el mundo (nacional e internacional) de la música absolutamente volcado con el artista. Porque aunque de cuando en cuando baje la luna para que juguemos, la vida va y viene, pero no se detiene. Porque en el incomprensible mundo del corazón se puede viajar a perder, a ningún destino, sin ningún porqué. Sencillamente, porque aunque corazón que no ve sea corazón que no siente, la vida no tendría sentido sin la incesante búsqueda de la cura de los corazones 'partíos'. Una búsqueda a la que se sumaron durante veinte años millones de personas y en la que quedaron atrapados una infinidad de artistas.
Cincuenta años del Calderón y un adiós, cincuenta mil personas, veinte años para diez de las canciones más versionadas de la historia, cifras para la leyenda tan solo tangibles a través de las emociones, los sentimientos y una versión con la que quedarse por encima de todas. La de Y, ¿Si Fuera Ella? cantada por diecisiete reconocidos artistas del panorama musical: Pablo Alborán, David Bisbal, Antonio Carmona, Manuel Carrasco, Jesse & Joy, Juanes, Pablo López, Malú, Vanesa Martín, India Martínez, Antonio Orozco, Niña Pastori, Laura Pausini, Abel Pintos, Rozalen, Shakira y Tommy Torres.
Posiblemente solo un artista como Alejandro Sanz es capaz de unir a tanto talento en una canción. Voces geniales, pero esencialmente generosas, desinteresadas y solidarias, un remake con la mirada de ayer, pero los puros e inmensos ojos de la inocencia, aquella que va más allá de todas las cosas. Porque todos los derechos de la canción han sido cedidos a la ONG Save the Children España con el objetivo de ayudarles a combatir la desnutrición infantil en África. Por eso y por tantas otras cosas, Más es Más y el Calderón fue elegido por ser el que se marcha y que se queda, por ser oscuridad y estrella. Por todas estas razones el 24 de junio de 2017 quedará para la historia y Alejandro Sanz seguirá siendo el marciano de la música…