Emmanuel Macron es el gran favorito a ser presidente de la República francesa en tan solo unas semanas. No solo todas las encuestas lo dan como ganador, sino que ya ha sido el candidato más votado de entrada en la primera vuelta y eso es algo que suele significar vencer en la segunda.
Los sondeos son claros: Macron debería vencer sin ningún apuro a Le Pen si estos no se equivocan. De momento, en las elecciones de este domingo se han cumplido casi con milimétrica exactitud todas las previsiones. Desde que el escenario se ha planteado a los votantes, todas las encuestas otorgan al socioliberal una ventaja de al menos quince puntos porcentuales sobre la ultraderechista.
Sin remontada desde 1995
Empleando un símil deportivo, nadie ha sido capaz de darle la vuelta al marcador de la primera vuelta desde hace más de veinte años. Hollande en 2012, Sarkozy en 2007 y Chirac en 2002 fueron las opciones más elegidas en ambas ocasiones. Este último sí que consiguió vencer a Jospin pese a haber obtenido un 2,5% menos en 1995.
Por otro lado, el caso de 2002 también es muy reseñable, ya que Chirac pasó de un 19% en la primera vuelta a más de un 82% en la segunda. El motivo fue la unión de todos los partidos para frenar al Frente Nacional en la otra ocasión en la que llegó al cara a cara final, con el progenitor de Le Pen, Jean Marie, como cara visible. Ni siquiera ganó un 1% entre ambas rondas, ya que pasó de un 16,9% a un 17,8%. Es decir, prácticamente la totalidad del electorado no votante de Le Pen eligió a Chirac en el balotaje. En 2017, esta situación estará lejos de repetirse.
Los otros dos casos anteriores se remontan a hace ya más de treinta años y tuvieron como protagonistas a los mismos dos hombres, que invirtieron sus papeles. En 1974, Giscard d'Estaing fue elegido presidente pese a haber sido superado en la ronda inicial por François Miterrand. En 1981, la situación se invirtió y Miterrand llevó a la presidencia al hoy hundido Partido Socialista.
Unión republicana
Una vez reconocida su derrota, Macron tiene el apoyo de algunos de sus principales rivales en la primera vuelta. Tan pronto como salieron los resultados, Fillon y Hamon afirmaron que votarán en favor del líder de En Marche!. Muchos integrantes de los partidos de ambos han confirmado lo propio, incluyendo al Presidente saliente François Hollande. No ha hecho lo propio aún Mélenchon, a quien han recordado que sí apoyó a Chirac, de la derecha y acosado por la corrupción, en contra de Jean Marie Le Pen cuando ambos se jugaron la presidencia en 2002.
Los sondeos de Ipsos sobre la segunda opción de los votantes alientan aún más las opciones de Macron. Es la segunda opción para el 51% de los votantes de Fillon, para el 35% de los de Hamon y el 30 de los de Mélenchon. En el caso de Le Pen, este porcentaje se reduce a un 21%, un 1% y un 11%, respectivamente. Por tanto, si vuelven a estar acertados, es más que probable la fuga de votos camino al candidato de En Marche!. El cordón sanitario que aisló al Frente Nacional en las elecciones regionales y le impidió gobernar en ni siquiera una región parece volver a estar en marcha.
