Emmanuel Macron y Marine Le Pen han logrado pasar a la segunda vuelta de las elecciones francesas a la Presidencia. Ambos han sido los más votados, como vaticinaban las encuestas, dejando fuera de la pelea al conservador Fillon y el izquierdista Mélenchon.
La publicación de las primeras proyecciones de Ipsos y Sofres ya arrojaba los resultados que finalmente se han terminado confirmando a lo largo de la noche. Con un 77% escrutado, Macron se situaba en cabeza con una ligera ventaja sobre Le Pen (23,17% frente al 22,94%). Fillon, por su parte, había obtenido un 19,74% de los votos y Mélenchon, el 18,88%.
El candidato socioliberal ha pedido la unión de todos los franceses contra la líder del Frente Nacional, Le Pen. Por su parte, esta ha llamado a los ciudadanos a "aprovechar esta oportunidad histórica" y ha asegurado que la supervivencia de Francia está en juego.
De este modo, la segunda vuelta se producirá entre dos corrientes totalmente antagónicas. Frente al ultraderechismo de Le Pen, que incluye medidas proteccionistas y antieuropeístas, se sitúa Macron, de corte liberal y muy favorable a la Unión Europea.
Apoyo casi unánime a Macron
No han tardado mucho en reconocer su derrota los adversarios de ambos políticos. Poco después de conocer los primeros resultados, Benoît Hamon, el candidato socialista, comparecía aceptando el resultado y pedía el voto para el candidato de En Marche!, a la vez que consideraba a Le Pen adversaria de la República. Para el Partido Socialista es la mayor debacle en medio siglo, tras no haber llegado ni siquiera al 10% de los sufragios.
François Fillon también ha pedido el voto para Macron. Para él, es el momento de unirse contra la extrema derecha. No ha sido el único de su partido ni del Partido Socialista que ya ha admitido públicamente su apoyo. Jean-Luc Mélenchon ha sido más cauto y ha esperado a que los resultados estuviesen más avanzados antes de reconocer su derrota. En su caso, no se ha pronunciado en favor de Macron.