Acero Puro (Shawn Levy, 2011), Need for Speed (Scott Waugh, 2014), Kong: La Isla Calavera (Jordan Vogt-Roberts, 2017). El guionista John Gatins sabe escribir guiones que abrazan el género comercial al que se adscriben, dejando el camino bien libre y allanado para el apartado visual y el puro entretenimiento. Siempre sin tomarse demasiado en serio. Eso sí, con estupendos actores que bien dan la talla.
Esta es la descripción a grandes rasgos de la nueva versión de los Power Rangers. Mirando a la sinopsis, se pueden encontrar palabras tan tópicas como “jóvenes predestinados”, “convertirse en algo extraordinario”, “amenaza alienígena” o “los únicos que pueden salvar el planeta”. Efectivamente, esas son sus bases pero, a diferencia de otros blockbusters, no trata de cogerlas para elevarlas a un enorme espectáculo visual que se tome muy en serio y trate de trascender. Power Rangers es una aventura de dimensiones reducidas que funciona perfectamente como entretenimiento juvenil y atractivo en la liga en la que juega. No trata de competir con otros hits del año ni innovar la fórmula: coge la receta ochentera y la adapta a la actualidad, sin más ni menos. Y eso es lo que la hace tan entrañable.
Curiosamente, por alejarse de esas grandes películas, consigue convertir el aspecto en el que estas suelen flaquear en su punto fuerte: la presentación de personajes. Le dedica a ello bastante tiempo, al igual que Cuatro Fantásticos (Josh Trank, 2015), solo que esta no trata de trascender como ella, sino que convierte a los protagonistas en amigos del público, personas cercanas, sin profundos dramas existenciales pero las preocupaciones y tareas que todos tenemos o hemos tenido. De ahí viene su éxito: los héroes son/tienen que ser amigos, basándose en la lealtad y la amistad de la manera más sencilla pero eficaz posible y así consiguen que, al igual que ellos, admiremos sus trajes superchulos, sus poderes supermolones y sus naves supergrandes.
En general, parece que el director Dean Israelite se ha acabado la serie original de los Power Rangers y se ha puesto a jugar desde la más profunda admiración y sinceridad con las figuras de acción. Solo que esta vez, juega con el lenguaje audiovisual, y hay más gente viendo cómo pone en marcha las piezas. En el comienzo presenta al líder del grupo con un plano secuencia bastante resultón que ya deja entrever ese cierto interés (más que preocupación) del director por huir de una realización más estándar al servicio de los efectos y dar cierto ritmo y sentido visual. Así, por ejemplo, los planos inclinados y el montaje frenético tanto de imágenes como de sonido logran subrayar todos los aspectos posibles que el guión le dejó preparado. Y es que todo, desde la dirección hasta el guión pasando por las interpretaciones contribuyen a dar ese toque fantástico (de fan), espectacular y sincero que tanto se agradece en los míticos Power Rangers.
Título: Power Rangers
Director: Dean Israelite
Año: 2017
País: EEUU
Reparto: Dacre Montgomery, Naomi Scott, RJ Cyler, Ludi Lin, Becky G., Elizabeth Banks, Bryan Cranston, Bill Hader.
Mi puntuación: 6,5 de 10