Crítica de "Brava"
Foto: Fotogramas.es

Después de "Lo mejor de mí" (2007), la guionista dirige su segundo largometraje en el que se cuenta una historia que le podría pasar a cualquier persona y que, a través de un hecho, la protagonista se da cuenta de que su vida no es tan ideal como ella pensaba.

"Brava" es una película de reflexión con mucha violencia en los personajes. Su protagonista, interpretada magistralmente por Laia Marull, es una persona con una vida aparentemente feliz, con un buen trabajo y con una pareja a la que le van muy bien las cosas. Sin embargo, a través de un hecho inesperado, el personaje reflexiona y cambia completamente, evolucionando y pasando de un papel plano a uno reivindicativo y que desprende emoción. Roser Aguilar sabe explotar lo mejor y lo peor de la protagonista, adentrándose en un análisis exhaustivo de la personalidad humana

La cinta retrata la sociedad machista, deja muy mal parados a los hombres para hacer una denuncia social y hablar sobre el miedo y la cobardía. A medida que va evolucionando el metraje, "Brava" gana en interés. Este es un film complicado, que no gustará a todo el mundo, pudiendo resultar aburrido para muchos. Su acción es lenta, con muchos diálogos y cuesta entrar en su clímax narrativo, pero si el espectador consigue conectar, disfrutará bastante de la cinta.

El largometraje puede convertirse en todo un referente en cuanto a crítica social se refiere, reivindicando los derechos de las mujeres y retratando como el miedo hace cambiar a las personas adentrándose a lo desconocido y oscuro. "Brava" será incomprendida, pero pese a quien pese, refleja una realidad que desgraciadamente sigue ocurriendo en la realidad.

 

Valoración: 3,5/5

Lo mejor: cuenta una historia mucho más compleja de la que parecía en un principio

Lo peor: es complicada de seguir en algunos momentos y tiene escenas que cuentan con poco interés

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