Alberto Rodríguez y su apuesta por Sevilla
Foto: Juan José Úbeda

Por todos es sabido aquello de que Sevilla tiene un color especial. La ciudad andaluza siempre ha destacado por ser uno de los núcleos urbanos más bellos del mundo. Sus calles y monumentos han servido de localizaciones estrella en numerosas producciones internacionales de alta repercusión como Juego de TronosEl DictadorNoche y díaLa conquista del paraísoStar Wars: Episodio II – El ataque de los clones y un largo etcétera.

Pero si hay un director al que le gusta jugar en casa en muchas de sus películas, ese es Alberto Rodríguez. Nacido en la ciudad que atraviesa el Guadalquivir en 1971, siempre ha querido que su cine esté ligado a sus raíces. Por ello aquel chico que decidió junto a Paco Baños matricularse en Imagen y Sonido cuando estaba a punto de acabar el plazo para poder hacerlo, y desechar con ello la opción de hacerlo en periodismo, se inició en el mundo del séptimo arte junto a otros sevillanos como el propio Baños o Santi Amodeo.

Con el primero llevó a cabo el corto con el que se comenzaron a dar a conocer. Tuvieron que poner dinero de su bolsillo, 200000 pesetas, presupuesto que a posteriori se vio incrementado con una ayuda de la Junta de Andalucía gracias a la que pudieron finalizar el proyecto. Lo pasaron mal durante el rodaje, muy mal debido a los numerosos problemas. Cuando no dispones de medios suficientes para acompañar al talento, hay que encontrar soluciones y energía para seguir adelante. Y gracias a esa fuerza de aquellos que quieren aspirar a ser grandes en algo en lo que todavía son muy pequeños, pudieron acabar El millón.

También trabajó junto a Santi Amodeo en el cortometraje Bancos. Fue él quién planteó un guion de 42 páginas que finalmente quedó en una. Gracias a este trabajo, lograron darse a conocer en Madrid. Tras ello, ambos directores rodaron en Londres su primer largometraje, El factor Pilgrim. Un rodaje en el que Alberto tuvo que invertir tres millones de pesetas de su bolsillo, con el riesgo que ello supuso. Y posteriormente llegaron los primeros trabajos en solitario. El traje, 7 vírgenes y After. En ellas se mostró la Sevilla de los barrios más obreros, las sombras y las luces, la mezcla de clases y la lucha por sobrevivir y salir adelante desde una perspectiva que se acerca más a lo real que a la ficción en muchos momentos. Acto y seguido llegó Grupo 7, película que tuvo gran éxito en las salas y que mostró con total fidelidad los entresijos de la Sevilla previa a la Expo del 92.

Mario Casas en una escena de 'Grupo 7'
Mario Casas en una escena de 'Grupo 7'

Y en 2014 llegó la explosión. Con La isla mínima Alberto Rodríguez saboreó al máximo el éxito. Diez premios Goya para un filme ambientado en los 80 que también fue rodado en la provincia de Sevilla y que incluso ha servido para que el turismo de la zona se viese fuertemente incrementado gracias a los bellos paisajes que se mostraron en sus secuencias.

Imagen de Las marismas del Guadalquivir
Imagen de Las marismas del Guadalquivir

Las marismas del Guadalquivir fueron testigo de excepción de este trabajo que supuso la consagración de un cineasta que en 2016 ha hecho su última parada en los cines con El hombre de las mil caras. Otro thriller impecable que ha maravillado a crítica y público y que ahora se abre camino como uno de los favoritos en Los Goya.  Ha sido precisamente en su última película donde Sevilla ha estado menos presente. París se hizo con el testigo de localización estrella en este filme y ahora Rodríguez vuelve a adentrarse de lleno en su ciudad en televisión. 

'La peste' es el gran reto

Será La peste la producción más ambiciosa de todas cuantas ha afrontado Alberto y su equipo. Un equipo técnico de más de 200 profesionales, un centenar de actores, miles de figurantes y más de 250 secuencias rodadas en 130 localizaciones avalan este proyecto. La apuesta televisiva española de Movistar + cuenta con 10 millones de euros para la realización de seis capítulos y en ella se recreará la Sevilla del siglo XVI. Por aquel entonces, la ciudad andaluza era asolada por esta epidemia a la vez que la decadencia era cada día más notable en todos los ámbitos de la sociedad.

El elenco estará formado por rostros conocidos y otros menos populares que, en algunos casos, también tienen mucho que ver con Sevilla. Paco León, Manolo Solo, Patricia López, Sergio Castellanos y Pablo Molinero encabezan un reparto que contará con caras nuevas en esto de la interpretación como la joven Lupe del Junco. Y es que Alberto es además un descubridor de talentos interpretativos a lo largo de su filmografía. Sus producciones han llevado a algunos de sus jóvenes actores a hacerse con algún que otro premio Goya. La combinación de veteranía con intérpretes menos rodados siempre le da buenos resultados al cineasta.

Muchos dicen que el cineasta corre ciertos riesgos al dar el papel más importante a un actor que apenas cuenta con experiencia en el thriller. Pero Rodríguez tiene claro que los buenos actores no se encasillan y Paco León ya ha demostrado incluso recientemente en 7 años que otras facetas suyas son posibles.

Y una vez más, la producción será llevada a cabo por un equipo que tras cada trabajo va ganando destreza, experiencia y sincronía hasta marchar en la actualidad como un auténtico reloj suizo. Un monstruo de hacer películas en el que Alberto Rodríguez es el cerebro, Álex Catalán los ojos, Julio de la Rosa los oídos y Rafa Cobos el alma.

Si algo queda claro, es que el cine de Alberto Rodríguez y los suyos también tiene un color especial.

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