En 2012, Oriol Paulo debutó con “El Cuerpo”, un thriller bastante correcto y con una capacidad de sorpresa increíble. El espectador era engañado continuamente e incapaz de averiguar qué era lo que sucedía realmente.
Con “Contratiempo” repite el mismo juego que hace cuatro años, con un proyecto más ambicioso y yendo más allá. Cuenta con un reparto magnífico, destacando el trabajo de las estupendas Ana Wagener y Bárbara Lennie, y de un cada vez mejor Mario Casas. La pareja formada por el segundo y el tercero es el culmen de la narración, y está ejecutada de una forma increíble.
Oriol Paulo ha vuelto a demostrar que tiene un talento y una imaginación desbordante, es puro nervio. Todo encaja de forma impecable en un rompecabezas, en un puzzle al que le faltaba una pieza. El espectador está agarrado a la butaca en todo momento temiendo por el futuro incierto de Mario Casas y sin saber los movimientos que tomará cada personaje.
Las intenciones de Oriol no podrían haber sido mejores y más acertadas. El director ha hecho un progreso estupendo en la realización con respecto a “El cuerpo”, haciendo que este filme sea mucho más espectacular. Además, intenta pulir todos los detalles para no caer en lo tópico. Sus escenas no son largas, duran lo necesario para mantener en tensión al público, hay secundarios muy angustiosos y perfectamente colocados para despistar. El desenlace de “Contratiempo” es ágil y está a la altura de su espectacular arranque. Sin duda, se puede convertir en uno de los mejores thrillers españoles de 2017 y, gracias a él, hemos tenido la oportunidad de ver a Ana Wagener en un papel protagonista.
Su ritmo, sus actuaciones, su construcción de personajes y su capacidad por sorprender e inquietar han conseguido que “Contratiempo” esté cosechando unos excelentes datos en la taquilla española en un thriller que no tiene nada que envidiar a los estadounidenses. Oriol Paulo demuestra tener fuerza y hace que nos muramos de ganar por saber el argumento de su próximo proyecto.