El gran reto de todo actor es adoptar y transmitir el alma de su personaje. Película tras película, un buen actor trata de eliminarse a sí mismo en la pantalla para crear una nueva y jugosa personalidad, que cuanto más distinta sea a la de la anterior película más encumbrará al actor que presta su cuerpo al personaje. Y es que el término polifácetico es uno de los mejores adjetivos que puede recibir un intérprete. Desde luego que maquillaje, vestuario y demás apoyos pueden ayudar a meterse en la piel (literal y metafóricamente) del personaje, pero al final, debajo de tanta capa, solo queda el alma que le pone el actor.
Si ya es un gran mérito crear una gran personalidad, ¿cómo de difícil debe ser crear varias para una misma película? Son muy pocos los intérpretes que se han atrevido a realizar esta hazaña, como Tom Hardy interpretando a los gemelos Kray en Legend (Brian Helgeland, 2015), o más recientemente Cate Blanchett en su film experimental Manifiesto, interpretando 13 personajes de lo más variados. Sin embargo, en estos dos casos (y en la gran mayoría) se trata de un actor interpretando a varios personajes, cada uno con una personalidad distinta. ¿Qué pasaría si ahora se trata de un mismo actor interpretando a un único personaje pero que tiene 23 personalidades distintas?
Ese es el gran reto al que se enfrenta James McAvoy en la nueva película de M. Night Shyamalan Múltiple (2017). Esta vez, aunque la caracterización pueda ayudar algo (ya se ven en el tráiler algunas ropas o complementos característicos), al final se va a tratar de su voz, de sus expresiones faciales, de sus movimientos. Desde luego que no cualquier actor está a la altura de tal reto, por lo que cabe preguntarse: ¿de dónde ha salido este actor? Aunque sea conocido por el gran público como el profesor Charles Xavier de la nueva saga de los X-Men, McAvoy cuenta con una extensa filmografía en la que ya demostró (separadamente, eso sí) todas las personalidades que puede alcanzar. Estas son las múltiples caras de James McAvoy.
Joven slasher
Justo un año después de graduarse en la Royal Scottish Academy of Music and Drama, el actor comienza su andadura en el cine. Dada su juventud e inexperiencia, el campo más adecuado en aquel momento era el slaher de terror juvenil. Con un papel bastante secundario, esta película alemana titulada La piscina, un grito bajo el agua (Boris von Sychowski) fue uno de los primeros pasos del futuro director de los X-Men. Por algo se empieza.
Londinense de Bollywood, de alta sociedad y encantador
Su acento y apariencia son puramente británicos, por lo que esta es otra condición personal factible de explotar en sus películas. Lejos de rechazar su carácter escocés, el actor ha protagonizado películas con un personaje muy a la medida de él en Bollywood Queen (Jeremy Wooding, 2002) y la más conocida y reciente Penélope (Mark Palansky, 2006). Desde enamorarse de una joven india o con una nariz de cerdo hasta ser parte de la alta sociedad británica de los años 30 en Escándalo con clase (Stephen Fry, 2003), James McAvoy es todo un gentleman británico en la realidad y la ficción.
Rebelde discapacitado y pervertido
Sin embargo, como se ha dicho al principio, la capacidad de un actor reside en cambiar de personalidad drásticamente de película a película. Así, rompiendo con los estándares de corrección formal dominantes en su filmografía McAvoy se soltó el pelo en Bailo por dentro (Damien O’Donnell, 2004), dejándose llevar por el drama de dos hombres en silla de ruedas que tratan de conseguir piso propio. Parece que le gustó, ya que en 2013 repitió y aumentó su rebeldía (una vez más, de vuelta a Gran Bretaña con Edimburgo) con la película Filth, el sucio (Jon S. Baird, 2013). Drogas, alcohol y sexo alejan esa imagen de puro señor británico que da en las películas del apartado anterior.
Macbeth cocinero
Gracias al apoyo de su natal BBC, pudo interpretar al personaje principal de esta versión del clásico de Shakespeare. MacBeth (ShakespeaRe-Told; Mark Brozel, 2005) es traído a la actualidad, a una cocina de un célebre chef, pero con la misma base de celos y engaños. Quién le iba a decir al futuro Profesor X que el futuro Magneto también interpretaría a este mítico personaje en una versión más reciente y más cercana al relato original.
Fauno Tumnus
Igual que es mundialmente conocido por su nueva revisión del Profesor X, mucho antes fue conocido por el gran público gracias al adorable fauno que recibe a Lucy Pevensie al nevado mundo de Narnia. El Señor Tumnus se ganó un hueco en el corazón de todos los que vieron Las Crónicas de Narnia: El León, La Bruja y el Armario (Andrew Adamson, 2005), y el actor que lo encarnó hizo lo propio a pesar de no poder repetir en el resto de películas de la saga.
Médico luchador
Si la comedia y el drama ya los tenía dominados, ¿qué le falta a McAvoy para consagrarse? Un buen drama potente. ¿Qué mejor caso que la historia real de un médico de su misma nacionalidad que vivió un tremendo cara a cara con un terrible dictador africano? A pesar de que el Oscar fuera para Forest Whitaker, su partenaire demostró también en El Último Rey de Escocia (Kevin Macdonald, 2006) su enorme capacidad interpretativa.
Enamorado de época y moderno
Mismo año, mismo estilo de película, completamente diferente trayectoria. 2007 fue el año de McAvoy de enamorarse de grandes actrices. Con Anne Hathaway vivió el más de los livianos romances de época en La joven Jane Austen (Julian Jarrold, 2007). Mucho más dramático fue su romance contracorriente con Keira Knightley en Expiación: más allá de la pasión (Joe Wright, 2007). Así, este joven actor escenificó con impresionantes trabajos las dos caras más extremas de ese elemento tan explotado en el séptimo arte como es el amor.
Género de dos directores
Dos directores muy reputados en su género que presentan un gran proyecto muy personal y necesitan un buen actor para que encarne ese valor que quieren transmitir. ¿En quién confiar? Ya sea para acción moderna o para un drama de época, James McAvoy es el hombre que están buscando. En Wanted, Se Busca (2008), Timur Bekmambetov le usó para la construcción de un héroe/antihéroe a palos de escenas de acción que cortan la respiración. Por su parte, Robert Redford le puso al frente de un drama judicial de época con Abraham Lincoln de fondo en La Conspiración (2010). Da igual la época o el género: este actor puede con todo.
Profesor mutante
Y llegó por fin su gran salto al cine comercial. Él fue uno de los principales rostros del lavado de cara de los X-Men, y a juzgar por los próximos proyectos de la saga en los que él parece ser una pieza fundamental, una vez más bordó el papel. Juventud pero sabiduría, constante pero testarudo, McAvoy aportó en X-Men: Primera Generación (Matthew Vaugh) humanidad a ese personaje tan seguro de sí mismo de la trilogía original.
Todo en uno
A partir de X-Men, en los últimos años sus papeles han sido más conocidos, ya sean los más comerciales, cercanos a su país de origen o más experimentales. Sea como fuere, tras todo este largo recorrido, James McAvoy tiene todo lo necesario para afrontar el gran reto de interpretar a 23 personalidades distintas en el personaje protagonista de Múltiple (M. Night Shyamalan, 2017). Ya ha hecho algo parecido a lo largo de los años, y ahora “solo” consiste en ponerlo todo junto a la vez en menos de 2 horas. A partir del 27 de enero, los cines españoles asistirán al gran concierto interpretativo de James McAvoy.