Hace once años, Diego Martín estaba en boca de todos con su éxito "Déjame verte", cantado a dúo con Raquel del Rosario en su disco "Vivir no es solo respirar". En aquél entonces pasó a la fama de la noche a la mañana. Muchos lo catalogaban como flor de un día, o éxito de una sola canción. Sin embargo, el tiempo, y cinco discos de estudio más, le han dado la razón al artista nacido en Murcia y criado en Melilla. Ahora está presentando "Con los pies en el cielo" y el videoclip de "Yo que lo hice por cantar" ha vuelto a enamorar, si es que había dejado de estarlo, a todo el séquito de fans que en su día congregó en sus multitudinarios conciertos. La cara de felicidad que ahora luce el murciano allá donde va es mucho mayor. Está en un gran momento, quizá el mejor, donde saborea cada uno de los momentos de su día a día. Desde componer en su rincón preferido de la casa, hasta los paseos que lleva a cabo en las ciudades donde tiene que actuar dentro de su gira. Puede ser que Diego Martín haya cambiado su personalidad, y que esto se vea reflejado en sus nuevas canciones. Pero la impronta, y la esencia, sigue siendo la misma. Por eso, cuando escuchas su último disco, en el que tanto se ha exigido de nuevo para no repetirse, sabes que la mejor versión del cantante está presente y tiene mucha vida por delante.
Pregunta: ¿Qué nos vamos a encontrar en el disco “Con los pies en el cielo”, tu sexto album de estudio?
Respuesta: Es un disco con diez canciones en los que hablo básicamente de emociones. Prefiero decir emociones antes que amor y desamor porque al fin y al cabo va de eso. Es un disco fresco, con diferentes ritmos y bastante redondo, ni tira demasiado para la balada ni para las canciones rápidas.
P: ¿Ha cambiado mucho el Diego Martín del primer disco al que nos vemos ahora?
R: Yo creo que en esencia sigo siendo la misma persona. Pero evidentemente, con el paso del tiempo vas adquiriendo conocimientos, escuchando otra música y diferentes cosas. Hay una clara evolución que creo que se ve en el disco.
Nunca he tenido la presión de sacar corriendo un disco para hacer caja
P: Son tres años de trabajo lo que le has dedicado a este disco, ¿te gusta tenerlo todo siempre bajo control?
R: Totalmente. Yo siempre he sido de sacar mi disco cuando he creído conveniente. No he tenido nunca, gracias a dios, la presión de tener que lanzarlo corriendo porque había que hacer caja o algo similar. Intento hacer las cosas de la mejor manera posible. Soy de las personas que cambian una estrofa seis o siete veces hasta que me quedo ya tranquilo.
P: ¿Tienes alguna manía a la hora de componer y escribir las canciones?
R: La verdad que hasta ahora me había dado igual y podía escribir en cualquier sitio. Antes estaba en hotel, o en casa de un amigo, y no tenía otra opción que componer allí porque era donde me venía. Pero últimamente me gusta tener un rinconcito en casa, donde hay un poco más de paz. Son ya seis discos y tienes esa pequeña presión de que no te quieres repetir, por lo que se vuelve un poco más difícil. Así que prefiero tener un rincón con más tranquilidad.
P: Si a día de hoy nombramos a Diego Martín, nos vendrá a la mente seguro canciones de un primer disco que fue genial y con un reconocimiento merecido. Pero, ¿cómo fue para aquél todo el éxito que le vino de repente?
R: No me esperaba tanto éxito para nada, me pilló totalmente de sorpresa. Era mi primer disco, con el que comenzaba, y hubo un momento en que se me hizo complicado. Se hacía difícil estar en la calle y querer pasear tranquilo, especialmente para una persona que no estaba acostumbrada. Pero aquello fue una gran suerte y de la que doy gracias.
P: ¿Cómo pudiste asimilar el éxito?
R: No es que lo asimile o no. Es cuestión de que te viene y ahí lo tienes. Yo vivía con la velocidad de un cahval de 25 años. Me equivoqué muchísimas veces, porque te equivocas. Y otras muchas también acerté. Pero evidentemente no tienes la conciencia que tiene una persona de 35 años, es distinto. Ahora lo saboreo todo mucho mejor, disfruto de los sitios a los que voy, me doy un paseo por las ciudades y las conozco. Porque antes terminaba el concierto, me iba de fiesta y después me levantaba y ya para casa. No te daba tiempo a más. Ahora intentó madrugar, llenarme más de vida y disfrutar de la suerte de vivir.
P: Dices que te gusta pasear por las ciudades que visitas en los conciertos. Se nota que has te has criado en dos que son un emblema de España en cuanto a turismo, como son Murcia y Melilla.
R: Yo es que si te digo la verdad, me encanta España entera (risas). Si que es verdad que me quedo con estas dos ciudades, donde mi vida ha estado repartida entre ellas. He tenido la suerte de vivir ahí. Pero también es verdad que, por ejemplo, hace poco vine de Galicia de grabar un videoclip y me quedé encantado de todo lo que es Galicia, con sus pueblos, calles y montañas que son una auténtica maravilla.
Con el primer disco se me hacía complicado poder pasear tranquilo por la calle
P: ¿Qué le pasó a Diego Martín a los 18 años para que quisiera dedicarse a la música?
R: Yo era de los que jugaba al fútbol, nunca había pensado en dedicarme a cantar y ni mucho menos a componer (risas). A esa edad me dio por hacerme con una guitarra y componer, con un libro de acordes. Y al final mira, no se que pasó, ni que le gustó a la gente, que aquí estoy haciendo y escribiendo canciones.
P: Entonces, ¿qué música escuchabas entre las clases y los partidos de fútbol?
R: Siempre me ha gustado escuchar música sin importar de donde venía. Por ejemplo, cuando era pequeño oía Roxette, Alejandro Sanz y Mecano. En mi infancia escuchaba de todo porque mis padres han consumido mucha música. Por parte de mi padre, me sabía de memoria los discos de Los Chichos, Nino Bravo y Camilo Sesto. Luego, por parte de mi madre, escuchaba Pimpinela y Mocedades. Al final es música, da igual la persona que la haga, porque tú lo vas absorbiendo para formarte.