La imagen que llega al público normal por parte de los actores suele ser de grandeza y una vida llena de lujos y comodidades. Cierto es que normalmente suele interesar más cuando hacen algo fuera de lo común o indebido, pero cuando alguien de alto nivel es noticia suele reflejar un vida acomodada. Pero no todos los famosos disfrutan de esa vida plena que muchas veces parece.
Un ejemplo de esto es el caso de Selena Gómez. La actriz y cantante ha pasado una época bastante dura tras su ingreso en un centro de rehabilitación. Tras varios meses fuera de escena, reapareció en los American Music Awards para recoger el premio a la artista femenina favorita de pop/rock.
"No quiero ver vuestros cuerpos en Instagram. Quiero ver qué hay aquí (señaló al corazón)"En su discurso mezcló el agradecimiento a sus fans con su situación delicada los últimos tiempos: "Creo que es sensato decir que todos conocéis de mi vida tal y como lo quiero o no. Tenía que parar porque lo tenía todo pero estaba absolutamente rota por dentro. Intenté mantener la compostura y mantener las cosas en su sitio pero lo hice con tanto empeño que me hice daño. No quiero ver vuestros cuerpos en Instagram. Quiero ver qué hay aquí (señaló al corazón). No intento obtener aprobación o al menos ya no lo intento más. Quiero dar las gracias a mis fans porque sois tremendamente leales. No sé que he hecho para mereceros. Si estáis rotos, no tenéis por qué continuar así".
Lo que realmente le ocurre a Selena Gomez es el lupus, una enfermedad que no tiene cura. La actriz y cantante decidió tomarse un tiempo de descanso para recibir el tratamiento. Sin embargo, estos remedios le provocaron depresión, ansiedad y ataques de pánico. Hasta que en octubre entró en un centro de rehabilitación.