Las películas de animación son las que últimamente están dando más alegrías y sorpresas, gracias a su originalidad y su complejidad dentro de una apariencia sencilla y cercana. Sin embargo, ni siquiera la gran Pixar está libre del temor de la secuelitis hollywoodiense: la obsesión de las grandes productoras por estirar los productos que funcionan, en detrimento de las ideas originales. Así, en lugar del éxito cosechado con Toy Story 3 (Lee Unkrich, 2010), Cars 2 (John Lasseter y Brad Lewis) no convenció a la crítica, a pesar de recaudar más de 550 millones de dólares (con un presupuesto de 200 mill. $). La primera entrega triunfó con ese tono de humildad y amistad por encima del ego; sin embargo, el toque internacional de la segunda no sirvió para superarse. Así, en lugar de tirar la toalla, Disney Pixar decidió encarar el reto de superarse con una secuela más. Pero, ¿cuál será el camino elegido para lograrlo?
Si todo será como indica el teaser, parece que el cambio total que reza en el teaser recientemente publicado se hará realidad. No hay risas. No hay compañerismo. No hay alegrías. El breve metraje revelado apuesta por una accidente automovilístico del famoso
coche rojo protagonista. Y por si todavía quedaban dudas del drama, justo después un letrero anuncia que “a partir de ahora, todo cambiará”.
Obviamente, no todo es tan oscuro como puede parecer a simple vista. La tipología de letra se mantiene con ese toque de animación para niños: unas letras grandes, brillantes, nada amenazadoras. Si bien el fondo negro puede resultar algo siniestro (ya que se mantiene incluso sobre la fecha de estreno), el cartelito de arriba confirma que la película seguirá siendo para todos los públicos.
Sin embargo, la realización del video está más que pensada. Una carrera entrecortada con pantallas a negro, sin imagen ni sonido. No se sabe muy bien qué está pasando. La voz del locutor puede tranquilizar un poco. Sin embargo, el plano principal del teaser es el que ha hecho saltar todas las alarmas: tras la velocidad anterior, el coche de Rayo McQueen a cámara lenta girando en el aire echando humo y con sus piezas quemadas desperdigadas. Todo
ello con un claro tono negro en la imagen, remarcando el humo negro. Realmente oscuro, no hay duda de que el protagonista va a estar en serios problemas.
La gran pregunta es: ¿cuáles serán esos problemas? ¿Cómo los solventará? Una opción podría ser dedicar la película al tema de los accidentes automovilísticos y las medidas de seguridad, un buen drama consistente para la película (que funcione con la crítica) y un buen aprendizaje para los niños (que funcione con la taquilla). Además, ello prometería más espectacularidad que podría atraer a los más adultos. No hay duda que Pixar tiene que calcular cada movimiento del film y a quién va dirigido para poder satisfacer a todo el mundo y remontar el vuelo.
Lo último que habría que preguntarse, una vez analizado todo lo que se ve, es precisamente sobre lo que no se ve. ¿Quién está detrás de la película? Los dos primeros films se confiaron a un seguro de la compañía: John Lasseter, realizador de los grandes éxitos de Toy Story 1 (1995) y 2 (1999), Bichos (1998), y la próxima Toy Story 4 (2019). Únicamente en Cars 2 se le unió el productor Brad Lewis, cuya colaboración no fue suficiente para un resultado completamente satisfactorio. Ahora, sin ninguno de estos dos en el proyecto, la dirección ha quedado a cargo del debutante Brian Fee. Es un novato en la dirección pero ya tiene un buen recorrido en la animación en el departamento de arte, con multitud de secuelas como La Sirenita 2 (2000) o 101 Dálmatas 2 (2003). También ha trabajado en películas originales, como Ratatouille (2007) y Wall-E (2008), además de encargarse del storyboard de las dos anteriores entregas de Cars. Un experto artista en películas Disney, muy cercano a las anteriores de Cars, pero debutante en la dirección.
Estas son las claves de lo que ha anunciado el teaser de Cars 3 y del equipo responsable de tal enfoque. Con multitud de teorías posibles, queda esperar hasta agosto del año que viene (junio en EEUU) para comprobar el resultado final, o para los más inquietos, como mínimo hasta el próximo tráiler del film (seguramente ya más extenso).
