Ferraz parecía un remanso de paz donde, tras las elecciones del 26-J a pesar de haber logrado por segunda vez consecutiva (la tercera contando a Rubalcaba) los peores resultados de su historia, Pedro Sánchez parecía una figura. Pocos eran los "guapos", como diría algún conocido socialista, en atreverse a enfrentarse al inviolable Secretario General del Partido Socialista Obrero Español. Pues bien, de la noche a la mañana eso ha cambiado. El remanso de paz se ha convertido en un polvorín a punto de estallar.
Desde Andalucía Susana Díaz se ha mostrado muy crítica con el máximo dirigente socialista. La misma respuesta ha dado Eduardo Madina, aceptando el órdago de Sánchez. El Secretario General controla los tiempos a su gusto, y no es casualidad que se celebren las primarias de aquí a un mes. Desde la actual junta de Ferraz no quieren dejar margen de preparación a los rivales de Sánchez como la líder andaluza Susana Díaz, la más crítica de todo el socialismo con Sánchez.
A destiempo llega la propuesta. Cuando más deberían de estar buscando la formación de un gobierno, Sánchez mete al socialismo en un debate interno buscando su reválida como líder. No todo depende de Sánchez: hace falta que el Comité Federal, que se reunirá este sábado próximo, apruebe el calendario de Sánchez, ya que así lo requieren los estatutos de Ferraz. El actual líder busca a través del Congreso reforzar su imagen dentro del partido, desgastada tras ser el principal escollo en la formación de gobierno y, por ende, provocar el bloqueo. Rivera ha salido al paso de Sánchez afirmando que su postura no beneficia en absoluto a la situación actual.
Sánchez le rompe los esquemas a Díaz
Como un examen sorpresa, pues eso mismo ha preparado Pedro Sánchez. Muchas son las voces en su contra dentro del partido y la convocatoria de primarias es, por tanto, el lanzamiento de un órdago contra los que le critican para ver si en realidad son capaces de superarle. El principal órdago es contra Susana Díaz, quien lleva tiempo preparando el salto a Ferraz pero no ha querido lanzarse al escenario hasta que el desbloqueo se produjera. Parece que va a tener que mojarse. Si los barones no consiguen paralizar el calendario de primarias el sábado, Díaz tendrá que decidir si se presenta o no. Y quién sabe si de producirse unas terceras elecciones se convierte en la candidata del PSOE.
La obsesiva búsqueda del "Gobierno del cambio"
Sánchez está obcecado en una cosa: de concejal quiere pasar a ser Presidente del Gobierno sin apenas trayectoria en altos puestos. Su candidatura pasa como él solicita un improbable acuerdo entre Ciudadanos y Unidos Podemos. Difícil no, lo siguiente. Pero a Sánchez parece que le gusta. La otra alternativa de formar un gobierno pasa por aceptar el referéndum en Cataluña que más que caos provocaría un cataclismo sin precedentes en la historia de España. La alternativa sensata es sentarse a hablar con Mariano Rajoy y negociar porque si no puede haber acuerdo debe ser el más votado el Presidente del Gobierno. Mientras que él no siga siendo no y Sánchez siga dando palos de ciego sin encontrar su propia postura, lo único que parece claro es que habrá terceras elecciones con un responsable claro: Pedro Sánchez Castejón.
