Lo que podría haber sido y no fue; pero siempre podría haber sido peor. Esa sería la definición de las películas incluidas en la presente lista. En el cine, como en la vida, no todo es blanco o negro, no todo es o éxito o fracaso. Hay películas que generan muchas expectativas, que venden una explosión, y al final sí, uno se quema, pero no arde. ¿Son un fracaso? No, porque han rendido, han respondido. ¿Son un éxito? Tampoco, porque se habían fabricado para romper entre los espectadores. Estos son los casos más complejos de examinar, ya que no basta con lo obtenido en taquilla. Aun siendo quizás la parte más determinante, hay que examinar la respuesta entre el público, las condiciones necesarias para continuación y su posible funcionamiento, el camino a seguir para ello…
Si los éxitos se regían a tres géneros, las películas que se han quedado a medias no responden a esas calificaciones cualitativas. No es que los espectadores se hayan desanimado por ciertos géneros, sino por cómo son tratados. Secuelas que no han mantenido la fuerza del legado que les dio vida y películas-puerta que pretendían abrir una ancha senda para más historias pero que se han quedado en productos aceptables individualmente con esperanzas de ampliación limitadas drásticamente.
Secuelas
Las películas incluidas en este primer grupo ya pueden dar gracias de no estar en el de los fracasos, visto el panorama veraniego y casi anual también. Una película normal funciona y punto, alegrías, se recauda lo invertido y de ahí beneficios para arriba. Sin embargo, una secuela se realiza porque las anteriores entregas tuvieron mucho éxito y se trata de repetir la misma fórmula para lograr (como mínimo) idénticos resultados. En este objetivo, los siguientes films sí que han fracasado. La nueva saga trekkie llega con Star Trek: Más Allá (Justin Lin) a su tercera entrega. ¿Fin de una trilogía o comienzo de otra? A pesar de estar ya confirmada su continuación (¿fruto del éxito o estrategia de marketing?), el hecho de haber invertido casi 200 millones de dólares y no haber llegado casi a los 300 seguro que hará que Paramount se replantee la situación. Duele más sabiendo que la crítica ha acompañado con bastantes buenas palabras al film.
Otro film con bastante peso era Jason Bourne (Paul Greengrass). Tras el desliz de El legado de Bourne (Tony Gilroy, 2012), Paul Greengrass y Matt Damon trataban de continuar la historia del mítico agente con amnesia en un punto clave: ya lo recuerda todo. Esta secuela podría casi haberse catalogado también como intento de continuación, pero vistos los resultados de crítica y taquilla quién sabe si se quedará en eso, en intento. Es indudable que ha habido cierto resquemor en cuanto a taquilla y crítica, pero la respuesta general ha sido positiva, pero sin romper ningún record. ¿Una continuación mejoraría el resultado o corroboraría el descenso de la saga? Desde luego que las intenciones son de ir a más, al igual que con Ahora me ves 2 (Jon M. Chu).
La película de los magos coincide con la de Star Trek en que su siguiente film ya ha sido confirmado, y con la del espía amnésico en que ha recaudado una cifra considerable. Sin embargo, los estadounidenses que hacen la película no estaban muy contentos por el poco rendimiento que tuvo en su país (también habría que tener en cuenta su dura competencia en taquilla, estrenándose el mismo fin de semana que la triunfadora Expediente Warren: El Caso Enfield). Si el mercado chino es una garantía para salvar la tercera parte como ha hecho con la segunda, pronto estos jóvenes magos estarán de vuelta en la gran pantalla.
Películas-puerta
Tampoco es para tanto, ¿no? Este terreno de películas a mitad parecen tener el agua medio llena. Sin embargo, los intentos de franquicias deberían como mínimo plantearse el vaso medio vacío. Yendo de medio-mejor a peor, el universo cinematográfico DC parece haberse asentado en esta categoría de funcionar sin entusiasmar. Muchas eran las expectativas situadas sobre Escuadrón Suicida (David Ayer): ser el segundo y principal pilar fundamental de todo el universo superheróico, tras el desliz en eficiencia de Batman V Superman: El amanecer de la justicia (Zack Snyder, 2016) en esa función. Al igual que esta, la cinta de David Ayer rompió la taquilla en su estreno, y también al igual que ella, ha sido vapuleada sin piedad por la crítica y desinflándose estrepitosamente en las semanas posteriores a su estreno. El boca a boca ha perjudicado a una cinta que sí, ha superado con muchísima diferencia su presupuesto, pero que más allá de los críticos no ha convencido a los fans lo suficiente como para interesarse ya no por una continuación del Escuadrón, sino por un expandimiento de sus personajes en un gran universo. Bien por un lado y bastante mal por el otro.
El caso de Warcraft: El Origen (Duncan Jones) es sin duda uno de los más peculiares del verano. La crítica la ha destrozado a diestro y siniestro, sin miramientos. En EEUU ha sido un completo fracaso de taquilla. Parece que con esto la sentencia ya está juzgada, pero hay un factor a veces obviado, a veces mero colchón de inflación, pero que aquí puede suponer el veredicto final: la taquilla internacional. En el resto de países ha funcionado muy bien, y en el mercado asiático ha sido un rotundo éxito. Sería un riesgo realizar una secuela de tan gran producción, más aún cuando un segundo resbalón en su país de origen está más que asegurado, pero (al igual que con Ahora me ves 2) si otros mercados van a salvar la película, quién sabe si merece la pena. Aunque haya que trasladar la acción a aquellos países o incluso plantearse no estrenar en el todopoderoso mercado estadounidense. Un gran evento para reflexionar sobre la hegemonía económica estadounidense y la manera de afrontar la producción.
Por último, la que parece estar condenada es la versión de Tarzan del director de Harry Potter: La Leyenda de Tarzán (David Yates). La taquilla en general respondió favorablemente, volviendo a tener en cuenta tanto el mercado internacional como que no son cifrar de escándalo; a fin de cuentas, sumándole a los 180 millones de dólares de presupuesto los gastos en publicidad, una recaudación que no supera los 400 millones no parece suficiente para asegurar el inicio de una franquicia, más aún cuando en crítica se tiene un aprobado raspado. Otro caso curioso de estudiar para saber si aventurarse o no. Todas estas lo han hecho y ya se suele decir que cuando se juega se puede tanto ganar como perder. Pero a veces, un empate es la solución más cómoda, no la más reconfortante, pero sí la suficiente como para disfrutar de un buen entretenimiento. Al fin y al cabo, ¿no está para eso el verano?
Star Trek: Más Allá (crítica)
Presupuesto: 185 millones de dólares Reacuadación (a fecha de redacción del artículo): 293,63 mill. $
Calificación (Metacritic - Rotten Tomatoes; sobre 10): 6,8 - 8,3
Jason Bourne (crítica)
Presupuesto: 120 mill. $ Reacuadación: 380,23 mill. $
Calificación (Metacritic - Rotten Tomatoes): 5,8 - 5,7
Ahora me ves 2 (crítica)
Presupuesto: 90 mill $ Reacuadación: 328,63 mill. $
Calificación (Metacritic - Rotten Tomatoes): 4,6 - 3,4
Escuadrón Suicida (crítica)
Presupuesto: 175 mill. $ Reacuadación: 678,2 mill. $
Calificación (Metacritic - Rotten Tomatoes): 4 - 2,6
Warcraft: El Origen (crítica)
Presupuesto: 160 mill. $ Reacuadación: 433,5 mill. $
Calificación (Metacritic - Rotten Tomatoes): 3,2 - 2,8
La leyenda de Tarzán (crítica)
Presupuesto: 180 mill. $ Reacuadación: 356,36 mill. $
Calificación (Metacritic - Rotten Tomatoes): 4,4 - 3,6