Para los amantes de la historia. Para los que aman la acción. Para los que disfrutan de la ficción que más se asemeja a la realidad. Para los que buscan una serie sin altibajos del principio al fin. 20 balas, una decena en cada cargador. Fuego abierto al disfrute.
Narcos no admite spoiler alguno. Todos los amantes de la historia de este líder del Cartel de Medellín conocen el qué pasó, pero lo que realmente hace que esta ficción de Netflix impida despegar la vista de la pantalla desde el primer capítulo al último de su primera y segunda temporada es el deseo de conocer el cómo de la historia de Escobar y la adaptación que Brancato y su equipo hacen de ella en la pequeña pantalla.
No pasa desapercibida la calidad con la que está rodada. Desde las impecables interpretaciones, pasando por el placer auditivo que causa la música de Pedro Bromfman, hasta el inmenso trabajo del equipo de arte, iluminación, maquillaje, vestuario y fotografía (el aspecto visual siempre destaca en toda serie de Netflix).
A pesar de haber sido criticada por muchos por ciertas inconcordancias con la realidad de Escobar, queda claro que su guion no deja lugar a las dudas sobre si estos cambios para dar un plus de dramatismo a lo que de verdad pasó eran necesarios. Porque sí lo eran para pasar del notable al sobresaliente. Y porque para ver historia pura y dura existen los documentales.
"Aquel que no asume grandes riesgos, jamás obtendrá grandes recompensas"
Pablo Escobar
Y es que ya dijo Pablo Escobar que aquel que no asume grandes riesgos, jamás obtendrá grandes recompensas. En Netflix asumieron el reto de trasladar a la ficción la vida de uno de los personajes más complejos de la historia de latinoamerica. Y qué duda cabe de que la recompensa para los espectadores ha sido suculenta.
Tras la conclusión de su segunda temporada Narcos deja ese vacío en el espectador que solo dejan las series y películas que con el tiempo pasan a la historia. La tercera temporada está en camino. Y el alma de Escobar estará en ella.