Crítica de 'No respires'
Foto (sin efecto): bloghorror.com

Fede Álvarez consiguió un imposible en el año 2009. Uno de esos casos que alientan a cualquiera, pero que solo suceden una de cada mil veces. Subió su cuarto cortometraje, ¡Ataque de pánico!, a su cuenta de YouTube. Se trataba de un corto hecho con un presupuesto alrededor de 300 $ (268 €) que narraba la invasión y destrucción de Monteviedo por parte de unos aliens y robots gigantes. Al cabo de cuatro días, su correo electrónico estaba lleno de ofertas de Hollywood para dirigir proyectos en Estados Unidos. Una de ellas era de Sam Raimi, quien le ofreció convertir su historia en un largometraje de mayor presupuesto. De este proyecto no sabemos nada aún. Sin embargo, se anuncia que el remake de Evil Dead (1981), del propio Raimi, se está llevando a cabo, y que lo dirigirá Fede Álvarez. Éste último coge a su coguionista habitual, Rodo Sayagues, y se lo lleva consigo a Estados Unidos. El resultado de Evil Dead (2013), si bien es cierto que cuenta con la producción y la ayuda en guion de Sam Raimi, se aleja del espíritu humorístico y dignamente cutre de la legendaria obra original, y consigue salir del paso sin volcarse por el camino.

Tres años después de esta película, el realizador uruguayo nos trae No respires (2016), de nuevo coescrita con Rodo Sayagues, producida por Sam Raimi, con excelente música del español Roque Baños (de quien Álvarez se declara fan), y con el mismo director de fotografía de ¡Ataque de pánico!, Pedro Luque. Protagonizada por Jane Levy (Suburgatory, Evil Dead (2013)), Dylan Minnette (Goosebumps), Daniel Zovatto (It Follows), y por el gran Stephen Lang (Última salida, BrooklynGettysburg, Avatar), lo nuevo de Fede Álvarez es un sólido thriller de supervivencia, a caballo con el estilo de terror. Su potente premisa no es pasada por alto en ningún momento del metraje, por lo que, además de ser usada como cebo, permite a los guionistas y al director desplegar un arsenal de situaciones claustrofóbicas, recursos y ases en la manga que inflan el conjunto. Además, quien conozca de qué va la película sabrá por qué, cuenta con un trabajado y potente apartado de sonido, con múltiples efectos y atmósferas que, si bien subrayan a veces demasiado algunas escenas, no resultan excesivamente  cargantes ni repetitivos.

La historia avanza como un tortuoso in crescendo, articulado por situaciones y pasajes turbios, esquivando ciertos clichés, jugando con el factor sorpresa de una forma verosímil y sin aspavientos narrativos que tuerzan el morro o te saquen de la película (aunque esto último suele ser algo más subjetivo). Narrativamente barata, la historia se exprime con una inteligencia y un esfuerzo sorprendente, con un sumo respeto a los cuatro personajes y a sus dobles caras.

En definitiva: Fede Álvarez ha conseguido un ticket de entrada a la zona VIP de cualquier proyecto de thriller/terror que se le proponga. Ha puesto el listón muy alto con este trabajo. Mantenerlo será todo un reto, tanto para él como para quien produzca su siguiente trabajo. Tampoco sería de extrañar que su siguiente proyecto distara de ser del mismo género que No respires. No obstante, nos ha dado motivos de peso para esperar frotándonos las manos.


Nota: 9/10

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