Disney parece que también se está quedando sin ideas. En los últimos años ha apostado por hacer versiones en carne y hueso de sus películas más conocidas y que la consolidaron como la compañía pionera de la animación. En 2010 llegó “Alicia en el País de las Maravillas”, demasiado colorida y fallida, que cuenta con una secuela mucho peor. Este año se ha estrenado “El libro de la selva” que, pese a que ha sido uno de los éxitos del 2016, no está a la altura del film de animación que se estrenó en 1967. También se versionó “La cenicienta” en 2014 y en marzo del año que viene llegará “La Bella y la Bestia” con Emma Watson.
Con “Peter y el dragón” pasa justamente lo contrario. El largometraje explora ámbitos que “Pedro y el dragón Elliot” (1977), una obra menor de Disney, no se atrevió a tratar. Esta nueva cinta es más ambiciosa y, por suerte, no tiene mucho que ver con la original. En esta ocasión se juega mucho más con los sentimientos del espectador, presentándonos en su inicio una historia trágica sobre la pérdida, puro Disney. Después, se busca que el público conecte con los protagonistas e introduce nuevos personajes, como el de la estupenda Bryce Dallas Howard, que aporta ternura y buen rollo. Además, esta vez se ha decidido que el filme no sea musical, lo que es todo un acierto.
La película pretende contar una historia de superación, amistad y de miedo ante lo desconocido, con actores de la talla de Robert Redford para hacer más atractivo el producto. “Peter y el dragón” juega a ser una mezcla entre “E. T. El extraterrestre” (1982) y “King Kong” (1933). El problema de la cinta radica en la previsibilidad del argumento y en querer hacer un gran largometraje partiendo de una historia que no da para mucho. Aun así, el filme entretiene y supera a su modelo del 77, un reto que no era demasiado complicado, aunque es demasiado infantil y no busca dirigirse a un público mayor de 12 años.
Espero que, en sus próximas versiones, Disney decida seguir dando un toque nuevo a sus queridos clásicos y no solo dirigirse a los más pequeños de la casa.
Valoración: 3/5
Lo mejor: sus ganas de innovar y la ternura que derrocha.
Lo peor: saber en todo momento lo que va a pasar y que pueda resultar aburrida al público joven y adulto.