Puntual a su cita, Antonio Orozco apareció en la Plaza de Toros de Alicante una vez alcanzadas las diez de la noche. El artista catalán se encuentra en el mejor momento de su carrera y así lo hizo ver a los miles de seguidores del cantante que se congregaron en la noche del sábado. Después de una larga carrera, plagada de éxitos, en la que ha publicado ocho discos de estudio, volvía a la provincia de Alicante tres años después para presentar su último trabajo, "Destino”, que cataloga como uno de los discos más personales del nacido en l’Hospitalet de Llobregat.
Precisamente el concierto estuvo abierto por una canción del último trabajo, “Mírate”, que serviría de aviso de las más de dos horas de música que se presentaban en la noche de sábado. Antonio Orozco se ha decantado por ofrecer un espectáculo intenso, en el que la música no deje ni un momento de sonar y lo hace de la forma más fuerte posible. Una vez saludado al público y teniendo unas bonitas palabras, en las que aseguraba que no hay nada más bonito que un verano en Alicante, demostró porque lleva toda una vida sobre el escenario y todo lo que le queda. El catalán, perfectamente acompañado por sus inseparables Xavi Pérez y John Caballés, interpretó los temas que le han acompañado siempre y tanto éxito le han dado, como “Devuélveme la vida” y “Temblando” entre otros temas aclamados por los alicantinos.
La parte más emotiva del concierto fue en el tramo final cuando Antonio Orozco regresó al escenario tras hacer la petición del público de que volviese y cantase más canciones. En esta ocasión se encontraba únicamente defendido y acompañado de su guitarra acústica ante las miles de personas que le aclamaban durante las dos horas anteriores. Sentado y mirando a los ojos al público se arrancaría con temas como "Una y otra vez" y los éxitos de siempre pero de una forma más íntima como "Devuélveme la vida", "Irremediablemente celos" y "Estoy hecho de pedacitos de ti" que arrancaron a todas las personas presentes en la Plaza de Toros. Estas canciones hicieron terminar un concierto en Alicante que fue perfecto de principio a fin y donde la totalidad de los asistentes acabaron satisfechos y deseando regresar a la próxima cita con el catalán, pero que en esta ocasión no se tengan que esperar tres años y la próxima visita sea más cercana.