Eva Amaral y Juan Aguirre prometían en los días anteriores que se iban dejar la piel en el escenario de Alicante. Y así fue. El grupo zaragozano hizo las delicias de las miles de personas que abarrotaron la Plaza de Toros. Amaral ofreció un directo perfecto en el que se contaba con un excelente montaje técnico, amplio juego de luces y una calidad de sonido envidiable. Todo esto sumado hace que el directo de Amaral sea uno de los más potentes del panorama español donde además es utilizado a la perfección gracias a la gran interacción de Eva a la hora de jugar con el público, ofrecer el micrófono para cantar y siempre obtener respuesta y moverse sobre el escenario con la mayor de las solturas posibles.
Con todo este gran espectáculo de imagen, solo faltaba el arte musical de Amaral. Y desde el principio fue mostrado. El concierto comenzó con una intensidad que hasta sorprendió al público. Tres canciones como “Unas veces se gana y otras se pierde”, “Revolución” y “Kamikaze” fueron las encargadas de abrir las dos horas de música y meterse a los allí presentes en el bolsillo.
Una vez introducidos en la fiesta musical, Amaral daría un recital de rock, pop, electrónica y sobre todo el estilo auténtico y personal que les caracteriza tras más de veinte años sobre los escenarios. Los aragoneses tocaron canciones como “El universo sobre mi”, “Estrells de mar”, “Hacia lo salvaje” y “Llévame muy lejos” que fueron de las más aclamadas. Sin embargo, las encargadas de poner un punto emotivo a la noche fueron “Días de verano” por su intensidad, y “Marta, Sebas, Guille y los demás” y “Sin ti no soy nada” por su interpretación y personalidad que cautivaron a la totalidad de la plaza de toros alicantina. Así, el público salió del concierto satisfecho de haber disfrutado de un espectáculo a la altura de muy pocos. Ahora solo queda esperar la próxima cita, que seguro que la habrá, porque Amaral y el rock están vivos, más que nunca.