Se podría decir que Alicante y Raphael viven una historia de amor idílica. El artista, tras una carrera de 55 años y muchos éxitos por el camino, decidió empezar su gira veraniega en la ciudad alicantina. La muestra que recibió a cambio fue una Plaza de toros poblada con más de 5.000 personas que estuvieron totalmente entregadas. Por eso el jienense lo agradeció al principio del concierto, con emoción en sus ojos, mostrándose feliz de regresar. y asegurando que siempre lo hará, a Alicante.
Fueron tres horas de concierto ininterrumpidas. Raphael apareció puntual a su cita, a las diez y media de la noche, y con una gran orquesta, la Sinfónica Ciutat D’Elx, que estaba dirigida por el maestro Rubén Díaz Fernández. La noche veraniega, con una suave brisa para aguantar el calor mediterráneo, fue testigo de un gran juego de luces y técnico para que la puesta en escena de Raphael sea a día de hoy una de las mejores en el panorama musical.
Los miles de fans y seguidores de la música del artista español por excelencia no dejaron de aplaudir con entusiasmo en cada uno de los grandes éxitos como “Mi gran noche”, “Yo sigo siendo aquél”, “Escándalo” y “No puedo arrancarte de mi” entre un gran repertorio. Todas estas grandes canciones, sumadas a la interpretación del jienense, con sus salidas y entradas del escenario, sus gestos, emociones, saltos y relación con el público, hicieron que el concierto fuese único y emocionase a todos los allí presentes.
Por ésta y miles de razones que se vivieron en la Plaza de Toros Raphael es un artista atemporal, único, al que el paso del tiempo le favorece, como al buen vino, y que sus canciones y actuaciones pasarán a la historia de la música, si es que no lo han hecho ya.