La historia está ambientada en la postguerra civil estadounidense en el viejo oeste. Por aquel entonces el panorama que había quedado para muchas familias era desolador, pues muchos maridos cabezas de familia no habían vuelto del campo de batalla y estas familias huérfanas tenían que buscarse la vida como fuera. Las bandas de forajidos se aprovechaban de esta difícil situación de muchas personas.
En este contexto se encuentra Jane Hammond interpretada por Natalie Portman una madre dispuesta a defender a su familia con uñas y dientes, en concreto a su marido Bill (Noah Emmerich), el cual sale mal herido con ocho tiros de un encuentro con los hombres del despiadado Bishop (Ewan McGregor). La misión de Jane es defenderse tanto a ella como a su marido de la banda de Bishop que puede aparecer en cualquier momento y para ello pedirá la ayuda de su antiguo amor Dan Frost (Joel Edgerton) para hacer frente a Bishop.
Esta película destaca porque en un terreno tan marcado por el género masculino la protagonista es una mujer que tiene que defender a su familia y no al revés, esto supone una innovación respecto al género Western. En cuanto al argumento nos recuerda al clásico Solo ante el peligro protagonizada en 1952 por el mítico Gary Cooper.
En cuanto al reparto tampoco nos podemos quejar destacando las actuaciones de Natalie Portman una mujer fuerte, valiente y capaz de valerse por si misma, aunque se le podría exigir un poco más a su personaje. Ewan McGregor explota bien su faceta de manipulador sin escrúpulos y líder de una banda criminal, aunque se trata de un personaje poco desarrollado y plano en ocasiones. Joel Edgerton tampoco defrauda con otra buena interpretación aunque de inicio no fuese a ser su papel, sino que Dan Frost lo iba a encarnar Jude Law, pero Joel demuestra que sus elogios tras Black Mass (2015) no fueron fruto de la casualidad.
O'Connor se sirve de flashbacks para ir completando la historia y mantener nuestro interés a lo largo del filme. También cabe mencionar que los paisajes están muy bien cuidados lo que transfiere una ambientación digna del seco y crudo desierto indio. Si algo se le puede achacar a la película es que pese a partir de una idea en inicio interesante, el desarrollo del argumento queda un poco pobre debido a la poca luz que se arroja sobre las tramas secundarias que podrían resultar enriquecedoras si se hubiesen desarrollado con mayor claridad. Pese a todo se trata de una obra que no defraudará a los amantes de un género tan clásico como es el Western.