Beyoncé es una de esas artistas que saca un disco por sorpresa y revoluciona el mundo, una artista que es capaz de conseguir que seis de sus seis álbumes hayan sido número uno de la lista más importante de Estados Unidos —Billboard 200—, una artista que llena estadios alrededor del mundo… tal y como hizo el pasado sábado en el Rose Bowl Stadium en Pasadena (Los Angeles, California) al cual VAVEL tuvo la suerte de asistir.
Más de 65.000 personas se reunieron para disfrutar de una noche llena de música, baile y fuerza, y tras un poco de espera amenizada por teloneros de la talla de DJ Khaled, Big Sean, Trey Songz y Snoop Dogg, Beyoncé apareció en escena, rodeada de su grupo de bailarinas y haciendo a todo el público gritar 'I slay' al ritmo de Formation.
Continuando con Sorry, otra canción de su último ábum, Lemonade, no defraudó a ninguno de los allí presentes. Pero no solo se pudo disfrutar de su nueva música, ya que a continuación, justo antes de deleitar con Bow Down y Run The World, decidió cantar 'a cappella' una de sus primeras canciones, Kitty Kat.
Tras un descanso para un cambio de vestuario amenizado por un video, volvió a reaparecer para hacer al público chillar con Mine, Baby Boy y Hold Up. Tras una cuenta atrás, Countdown resonó en los altavoces y seguidamente, tras dar las gracias al público, y especificamente a las mujeres, por estar ahí apoyándola en todo momento, cantó Me, Myself and I, explicando que la relación más importante es la que se tiene con uno mismo y que no se necesita nada más para ser feliz.
Tampoco se olvidó de otro de los éxitos de Lemonade, All Night, ni de una de sus últimas colaboraciones, Runnin', justo antes de su segundo cambio de vestuario.
De vuelta al escenario, pudimos ver su lado con más carácter cantando Don't Hurt Yourself, Ring The Alarm y Diva. A continuación, hizo a todo el público gritar al unísono al ritmo de Flawless y sacó su lado más sensual para deleitar con Feeling Myself, Yoncé, Drunk In Love, Rocket y Partition, mientras bailaba en un diván.
El siguiente cambio de vestuario llegó de la mano de Daddy Lessons y tras ello, uno de los momentos más bonitos de la noche, con 1+1 y Love On Top 'a capella' y con todos los más de 65000 asistentes cantando al unísono, justo antes de hacer un homenaje al recientemente fallecido Prince cantando una parte de su canción The Beautiful Ones y con Purple Rain resonando en los altavoces mientras ella realizaba otro cambio de vestuario.
Con un body rojo con aspecto de latex salió para volver Crazy In Love al público, primero con la versión lenta y a continuación con la original. Con Bootylicious y Naughty Girl puso el toque mas sexy al concierto y justo antes de cantar Blow, lanzó confetti a todo el público mientras Party sonaba a todo volumen.
Mientras realizaba su último cambión de vestimenta, una pequeña pisicna apareciá en una de las partes de la pasarela, donde momentos después apareció junto con sus bailarinas para acabar a lo grande con Freedom, Survivor de su época con las Destiny's Child y End Of Time. Con Halo cerró el concierto tras poco más de dos horas llenas de energía y baile.
Con las más de 30 canciones que ha incluido en este Formation World Tour, seguro que Beyoncé no dejó a nadie indiferente. Aunque algunos de sus mayores éxitos no sonaron —como Single Ladies, por ejemplo—, la cantante hizo un mashup de sus seis álbumes de estudio y pareció dejar con muy sabor de boca a todo el público.
Lo que si está claro es que Beyoncé es una de las artistas más queridas del actual panorama musical. Tras 18 años dominando las listas, vendiendo más de 15 millones de álbumes en solitario en Estados Unidos, generando más de 115 millones des y 1.2 millones de nuevos usuarios en TIDAL, y poseyendo actualmente el récord al único artista de la historia que ha conseguido tener todos sus álbumes de estudio en el nº 1 de la lista Billboard 200, parece que queda Beyoncé para rato.