Sacha Baron Cohen es uno de esos actores que se implican al 100% en las películas que protagonizan (no es lo mismo que su colaboración como actor secundario en 'Los Miserables'). En 'Borat' o 'Ali G anda suelto' ya se pudo ver de qué era capaz este actor con tal de hacer reir al público y montar una película a su manera, aunque al igual que 'El dictador' no consiguieran llegar a ese punto que se sabía que podía alcanzar el británico. Un humor negro a veces ofensivo pero que provoca que te rías y que a veces te llegues a sentir mal por estar riéndote, pero lo estás. Sin embargo, ya vimos patinar al británico con 'Bruno' una película que demuestra que la misma combinación de ingredientes no sale bien, y que este estilo tiene un peligro, si no te hace gracia se quedará solamente en grotesca, sin sentido y para nada entretenida. El humor del actor británico es bastante característico y para aquellos que sean fans sin duda su nueva película les parecerá de las mejores; pero si por el contrario nunca te ha gustado el humor de Baron Cohen es complicado que lo último te pueda convencer aunque por nivel esté por encima de lo ya visto.
Con las dos caras posibles de la moneda llega 'Agente contrainteligente' que trata de parodiar sin tapujos el más puro estilo James Bond. El agente británico serio y eficaz interpretado por un enorme Mark Strong aporta esa esencia necesaria de espionaje y acción. Unas escenas de acción que son de lo mejor de lo película. En contra de los estereotipos de acción mala, barata e ilógica, el director Louis Leterrier engancha al público con el recurso de utilizar la vista en primera persona para las escenas de persecución y pelea, un gran acierto sin duda.
Como hermano del agente secreto está el personaje de Baron Cohen, un tipo vulgar, torpe y sin ningún tipo de preocupación más que estar con su hermano. Él y su entorno marcan el tono de una película que cuenta con algunos gags sublimes. Se nota la presencia de Sacha Baron Cohen en la elaboración de un guión cuyo objetivo principal es hacer que el espectador se ría. Pero además esta vez han cuidado la calidad y la lógica de la película hasta un punto adecuado. Quien vaya a ver esta película no va esperando un giro de guión sorprendente ni un plan superelaborado que tendrá que ser desmontado. Tampoco se busca una resolución seria sino que continúes riéndote con el final al tiempo que se ofrece una clara conclusión a una trama que se ha ido desarrollando.
Un riesgo de la película que según cada persona será un defecto más o menos palpable es la consecuencia de algo inevitalbe. Al juntar dos géneros claramente diferenciados como son la comedia y el espionaje se produce en ciertos momentos un ritmo que puede descolocar al que esté siguiendo la película, no sabes si reir o tomártelo en serio. Hay una escena en la que este hecho sale claramente a relucir cuando en una de las peleas del final previa a la mítica del estadio de fútbol el personaje de Baron Cohen se enfrenta a un duro espía.
El toque español lo pone Penélope Cruz, quien sin hacer una interpretación fuera de lo común, está correcta, convirtiéndose en la villana que la película necesita, ni muy mala ni graciosa. Las pocas escenas en las que se la puede ver están bien medidas al igual que la duración de la película: menos y te quedas en nada, más y se te hace larga.
Elenco de lujo, gags absolutamente desternillantes, una trama más cuidada, acción en segundo plano pero de calidad y el humor típico de Sacha Baron Cohen son las grandes armas con las que llega 'Agente contrainteligente', una propuesta que no dejará indiferente a nadie.
Lo mejor: Armonía acción-comedia. Quien paga por ver esta película, pagar por reírse y lo consigue. Pero además se verá sorprendido por escenas de acción atípicas de esta clase de películas que le dan un ritmo mucho más alto, algo que se agradece.
Lo peor: Rebel Wilson. Estuvo bien en 'Dando la nota' interpretando a un personaje que le venía como anillo al dedo. Pero en esta película queda patente su poca versatilidad aún continuando dentro de lo que es su estilo, la comedia. Las pocas escenas en las que aparece se hacen largas, el ritmo decae y las risas también. Su papel en sí es un tanto que debe apuntarse el guión pero la elección de la actriz un punto negativo.