La factoría de sueños Disney sigue en su tendencia de adaptar los clásicos para una nueva generación. Ya lo han hecho con Blancanieves, Cenicienta, y lo harán próximamente con El Libro de la Selva. Las nuevas tecnologías permiten recrear con actores aquellos clásicos de la animación, y sorprender tanto a los adultos que crecieron con estas aventuras como a los nuevos niños de esta generación. Ahora han decidido salirse de su propio marco de referencia y atreverse con un clásico del ballet: El Cascanueces.
El elegido para ponerse tras las cámaras es el director sueco Lasse Hallström, para quien este proyecto supone su primer trabajo con un gran estudio. En su larga carrera, además de dos nominaciones al Oscar como director y una como guionista, encontramos constantemente amor y drama. Desde su gran éxito con Chocolat (2000) hasta comedias dramáticas reivindicativas como La pesca del salmón en Yémen (2011) o su última película Un viaje de diez metros (2014). Su proyecto más enigmático ha sido la adaptación de la novela de Lars Kepler El Hipnotista (2012).
Así se puede vislumbrar un poco el tono que Disney busca para esta nueva revisión de la conocida historia que, de momento, lleva por título "El Cascanueces y los reinos". Se trata de la adaptación del clásico ballet de Peter Chaikovski (estrenado a finales de 1892) y su historia asociada, titulada "El Cascanueces y el rey ratón". Este cuento es una adaptación de Alejandro Dumas (padre) sobre una historia del escritor prusiano E. T. A. Hoffmann. Aún no se sabe cuan fiel será la película a los originales, pero por el título y el estilo del director ya se puede vislumbrar las intenciones de blockbuster made in Disney.
El argumento cuenta la historia de Clara, una niña que recibe un muñeco de un cascanueces como regalo de Navidad de su padre. Esa misma noche, cuando el reloj marca medianoche, el juguete cobra vida y apariencia humana. Así, Clara entra un fantástico mundo donde se librará una batalla entre soldados de jengibre y un ejército de ratones.
A pesar de todo, esta nueva incursión del Cascanueces en el cine no es algo nuevo. Siempre quedará para el recuerdo aquella secuencia de Fantasía (Disney, 1940), en la que pequeñas hadas bailaban el ballet. En el terreno de la animación, encontramos tanto películas para cine (en 1990,1998, una película de Barbie en 2001 o la más reciente una versión peruana en 2015) como para TV (una serie de 3 episodios en 1988). En cuanto a adaptaciones en acción real, los americanos ya lo intentaron en 1986 y 1993. La última versión cinematográfica en acción real fue la del director ruso Andrei Konchalovsky en 2010, con actores famosos de la talla de Elle Fanning (Super 8, Maléfica) y John Turturro (Transforers, Exodus). Quizá el centrarse demasiado en la espectacularidad del 3D y muy poco en la historia fue lo que la hizo ser un estreno menor.
Más recientemente, varias productoras han intentado sacar este proyecto a flote. Universal lo intentó con la productora de la nueva saga de El Planeta de los Simios, Chernin Entertainment, mientras que New Line Cinema hizo lo propio con Temple Hill, la compañía detrás de la saga Crepúsculo. De hecho, ya tenían apalabrado al director de La Era del Rock (2012) Adam Shankman y al guionista de Jack el caza gigantes (Bryan Singer, 2013) Darren Lemke. Ninguno de estos proyectos llegó a buen puerto.
Ahora sí se puede hablar de un equipo técnico conformado. El guion está en manos de Ashleigh Powell, quien ha empleado dos años en la escritura. Powell llamó la atención cuando un guion suyo entró en la temida Black List (los guiones más difíciles de adaptar); ahora, esa historia (titulada Somacell) está siendo adaptada por la Warner con David S. Goyer (escritor de Batman v Superman) como productor. Mark Gordon es el productor y Lindy Goldstein la productora ejecutiva. Además, el control de Disney sobre el proyecto recae en manos de Sam Dickerman y Allison Erlikhman. Un equipo más que preparado para lo que parece ser, por fin, la gran adaptación a la gran pantalla del gran clásico.
