Actores que son nominados al Oscar y hacen su peor papel en el mismo año
Actores que son nominados al Oscar y hacen su peor papel en el mismo año

Hollywood es una montaña rusa: hay una cuesta pronunciada para llegar arriba y con el más mínimo movimiento puedes caer hasta lo más profundo. Siempre con segundas y terceras oportunidades, por supuesto. Hay expresiones muy populares que definen perfectamente este hecho tan significativo del trabajo en el cine: “Qué hace un actor como este en una película como esta”, “Seguro que ha hecho esta película nada más que por hacer dinero”, “Mira que es buen actor, pero en esta en concreto está de pena”. Sea como fuere, ningún profesional de cine está a salvo de cometer un paso en falso (ni siquiera la ya no tan niña preciosa de Hollywood, Jennifer Lawrence).

Como a veces la realidad hollywoodiense parece sacada de una de sus ficciones, varios años el destino trae un cierto regalo envenado a actores y actrices. Muchos de ellos son nominados al Oscar el mismo año que cometen el que puede ser su peor paso en falso en su carrera. De señalarlo ya se encargan los Premios Golden Raspberry o Razzie (popularmente conocidos como los anti-Oscar), que cada año eligen lo peor del año en diversas categorías como su gala antónima. Una nominación al Razzie no hace falta para consagrar un error en el séptimo arte; muchas veces, la taquilla o incluso la distribución ya pueden dar una idea de la calidad del filme. Como ya está bien de analizar lo mejor del año, vamos a subrayar casos recientes de actores y actrices que en el mismo año estuvieron nominados al Oscar (o incluso ganaron) y realizaron una película que, ya sea por su actuación o por el film en general, no funcionó del todo bien.

Sandra Bullock en 2009:

BIEN. The Blind Side (John Lee Hancock, 2009). A pesar de lograr gran reconocimiento anterior por películas como Mientras Dormías (Jon Turteltaub, 1995) o, sobre todo, en 2006 con Crash (Paul Haggis), esta fue su verdadera consagración como gran actriz. La película fue un inesperado éxito de taquilla aún cuando la crítica no fue demasiado amable con ella. Lo que sí fue unánime fue el trabajo de Bullock, que la llevó desde el Globo de Oro al Oscar a Mejor Actriz Principal

MAL. Loca Obsesión (Phil Traill, 2009). Un director habitual de las series de TV tuvo el dudoso honor de firmar la que es ya por unanimidad la peor película de Sandra Bullock. Bradley Cooper, aún arrinconado en la comedia, compartió con Bullock el Razzie a Peor pareja, y esta primera se llevó el mismo año su primer Razzie y su primer Oscar. Eso sí, no podía haberlo llevado de la mejor manera: recogió su Razzie con el Oscar en una mano y en otra un montón de copias de Loca Obsesión en DVD. 

Jennifer Lawrence en 2009:

BIEN. El Lado Bueno de las Cosas (David O. Russell, 2012). Una de las mejores actrices del actual Hollywood, que desde sus comienzos ha sabido llevar de la mano y con éxito cine independiente y cine comercial. Dentro de este primero, con Winter’s Bone (Debra Granik, 2010) logró su primera nominación al Oscar, aunque no le llegaría su premio a Mejor Actriz hasta dos años después. Así se consagraba Jennifer Lawrence en el séptimo arte, como bien se ha podido comprobar en posteriores taquillazos y demás nominaciones.

MAL. La casa al final de la calle (Mark Tonderai, 2012). Jugar a dos bandas siempre tiene sus riesgos, y un paso en falso acaba siendo inevitable. En su afán por probar todos los géneros, hizo su primera incursión en el terror; visto el resultado, es comprensible que no haya decidido repetir. Aún cuando colmó la taquilla en su fin de semana de estreno (con una recaudación ciertamente moderada), la crítica la vapuleó por todos lados, y en España llegó directamente a DVD. No obtuvo nominación al Razzie (ella se desenvuelve bien en un papel realmente tópico y mal dirigido), pero es una espinita en esa carrera tan prestigiosa que Lawrence ha ido construyéndose.

Robert De Niro en 2012

BIEN. El lado bueno de las cosas (David O. Russell, 2012). Estamos ante un director de actores. Sus películas corales se caracterizan por personajes bien definidos, excéntricos, y casi siempre los acaba colando en las nominaciones de los grandes premios (corroborado por otros trabajos suyos, como The Fighter en 2010 o La Gran Estafa Americana en 2013). Esta película fue la tercera en la historia en lograr nominaciones al Oscar en todas las categorías principales (película, director, las cuatro actorales y guión), por lo que De Niro estuvo como Actor de Reparto. Aunque solamente Lawrence subió al escenario, ahí queda ese hito en la carrera actual de De Niro, ya que…

MAL. Unidad de élite (Jessy Terrero, 2012). En los últimos años, películas como Noche de fin de año (Garry Marshall, 2011) o Machete (Robert Rodríguez, 2013) hacían entrever en el gran actor de Taxi Driver esa etapa madura de películas indies y de menor presupuesto sin apenas guión ni repercusión. Unidad de élite es na de ellas. Protagonizada por un actor que no ha acabado de cuajar como es el rapero estadounidense 50 CENT y con un estreno muy limitado, fue un gran paso en falso para De Niro el mismo año que parecía resurgir tras 21 años sin ser nominado al Oscar.

Julianne Moore en 2014

BIEN. Siempre Alice (Richard Glatzer, Wash Westmoreland, 2014). Una de las interpretaciones más vibrantes y emocionantes que nos ha dejado esta consolidada actriz, y todo desde la contención. Una mujer que sufre alzhéimer en una edad muy temprana, un gran papel que le valió, tras cuatro nominaciones, su primer y más que merecido Oscar.

MAL. El Séptimo Hijo (Sergey Bodrov, 2014). Aunque no hizo doblete Razzie/Oscar como Sandra Bullock, sí que estuvo nominada a pero actriz de reparto. Ya sea por pagar facturas o por divertirse sin presiones en un intento de blockbuster, Moore ofreció al público en el mismo año lo mejor y lo más poco reseñable de su carrera, en esta película claramente comercial y sin muchas pretensiones, que no cumplió su cometido en taquilla y que no acaba de explicar cómo consiguió a actores de la talla de Julianne Moore y Jeff Bridges.

Rachel McAdams en 2015

BIEN. Spotlight (Thomas McCarthy, 2015). Consagrada en multitud de galas de premios (incluida la reciente edición de los Oscars) como una de las mejores películas del año, en gran parte gracias al potente reparto coral que aguanta toda la película a través de precisas batallas dialécticas. El guión era muy importante, y aún más los actores que lo interpretan. Como ya demostró en El hombre más buscado (Anton Corbijn, 2014), McAdams clava el papel de reportera de investigación en temas delicados. No se luce tanto como en otros proyectos, pero vuelve a desbordar talento en cada plano, por lo  que su nominación al Oscar es más que merecida.

MAL. Todo saldrá bien (Wim Wenders, 2015) y Aloha (Cameron Crowe, 2015). Ni siquiera trabajar con dos directores tan consolidados en el séptimo arte asegura un resultado decente. Hay que decir que McAdams está bastante correcta en ambos proyectos (más tópica en Aloha), pero ambas películas fueron ampliamente vapuleadas por la crítica. En el caso de la segunda, el fracaso fue más sonado (uno de los mayores del año). Con el hackeo a Sony debido al boicot a la película The Interview (Evan Goldberg y Seth Rogen, 2014), Aloha fue filtrada en Internet antes de su estreno; además, fue muy criticada su escasa variedad racial en los actores cuando la película transcurre en Hawái. Al final, en España se estrenó muy discretamente en un solo cine de Madrid, y ni siquiera logró cubrir su escaso presupuesto de 37 millones de dólares.  

Eddie Redmayne en 2015

BIEN. La chica danesa (Tom Hooper, 2015). Por segundo año consecutivo, este joven actor logra nominación al Oscar (aunque no haya obtenido el mismo resultado que con su interpretación de Stephen Hawking). Una vez más, la caracterización es crucial en una interpretación más dramática e interna, no tan extravagante como la que le ha valido su primer Oscar a Leonardo DiCaprio. Redmayne y su compañera de reparto Alicia Vikander, ambos nominados al Oscar, han sido lo más alabado en una película tildada de irregular que solo ha encumbrado a su actriz “de reparto” a su primer Oscar.

MAL. El destino de Jupiter (Hermanos Wachowski, 2015). Caso muy similar al de Julianne Moore. Tras una interpretación más dramática y esforzada, todo actor merece pasárselo bien y, por que no, recaudar algo de dinero con un buen (o eso se pretende) blockbuster. Los Wachowski, salvo ciertas excepciones, últimamente están dando varios pasos en falso, y esta película ha sido uno de los más sonados, tanto en crítica como en taquilla. Una interpretación extravagante y altiva de Eddie Redmayne que contrasta con todo lo que ha hecho hasta ahora el actor británico no le ha librado del premio Razzie al Peor actor secundario. Mirándolo desde otro punto de vista, podría considerarse que él ofrece la mejor interpretación del film.

Rooney Mara en 2015

BIEN. Carol (Todd Haynes,2015). El prestigioso festival de Cannes ya la puso en el punto de mira otorgándole el premio a Mejor Actriz. Sin embargo, en la posterior temporada de premios, su candidatura ha ido perdiendo fuelle hasta verse superada ya sea por Kate Winslet en Steve Jobs (Danny Boyle, 2015) o en los Oscar por Alicia Vikander en La chica danesa (Tom Hooper, 2015). De cualquier manera, su preciosa y delicada interpretación en una bellísima adaptación será recordada y admirada con el paso del tiempo.

MAL. Pan (Joe Wright, 2015). Parece ser que todo lo contrario ocurrirá con su interpretación en carne y hueso de la adorada Tigrilla del país de Nunca Jamás. Varios contratiempos en la producción ya advertían del posible fracaso del film, y al final crítica y taquilla la han sentenciado. Aunque no ganara el Razzie a Peor actriz secundaria, la nominación ya la tiene, curiosamente el mismo año que se consagra con su papel de Therese en Carol.  

Como toda montaña rusa, con la misma facilidad con la que se baja se puede subir, y por muy bajo que se esté en cualquier momento se puede alcanzar la cumbre más alta en un abrir y cerrar de ojos. El mejor ejemplo de ello es Sylvester Stallone, un actor tan consagrado como actualmente criticado. Su tremendo éxito con Rocky (John G. Avildsen, 1976), Oscar a mejor película y nominación a mejor actor incluidas, fue decayendo con el paso de los años. De hecho, entre 1984 y 1992 se alzó con hasta cuatro premios Razzie al Peor Actor (entre otras, por las secuelas de la saga Rocky). En pleno S.XX, cuando la saga de Los Mercenarios parecía su tumba cinematográfica, Stallone ha vuelto a la saga que le encumbró a la fama para renacer. Dejando paso a otro protagonista, en Creed: La leyenda de Rocky (Ryan Coogler, 2016) ha destacado en su papel secundario como entrenador. Tanto ha sido así, que todos esos Razzie y malas críticas pasadas han dejado paso a su primer Globo de Oro y una nominación al Oscar. Así, Hollywood demuestra que el camino del amor al odio y viceversa es sumamente recurrente y transitable. 

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