No hace falta estar en los salones de los españoles para averiguar qué se les pasa por la cabeza cuando, en plena cita con la televisión, un prometedor anuncio de una compañía cafetera los intenta seducir con un generoso sueldo mensual para toda la vida. No es difícil dejarse llevar por las ensoñaciones de, sin mover un dedo para nada más de lo absolutamente imprescindible, ver cómo la nómina del banco se engrosa por cortesía de una rumbosa entidad.
Pero como los sueños, sueños son, es difícil ambicionar ser la próxima cara sonriente que aparezca en la pequeña pantalla dando envidia a millones de espectadores. No queda sino seguir trabajando hasta que el día de mañana tengan un buen fondo, entre ahorros y la pensión estatal, para pasar por una jubilación lo más cómoda posible. La situación laboral actual, en la que los jóvenes no encuentran un puesto decente hasta que no lo son tanto conlleva que aquellos que coquetean ya con acabar de trabajar se teman que el Estado no pueda aportarles el sustento económico que sería deseable.
En los tiempos de pertinaz crisis que sacude España, los presupuestos estatales se han diseccionado con el objetivo de intentar cuadrar al máximo las cuentas y garantizar la supervivencia del país. Departamentos como los de Educación, Empleo, Sanidad, Cultura o Fomento saben perfectamente lo que es ver reducidas sus correspondientes partidas, dado que no les ha servido ser áreas estratégicas para librarse del frío filo de la tijera.
Los veinte antiguos cargos que reciben esta prestación pertenecen a distintas áreas. Elaboración propia.
Sin embargo, pese a las acuciantes estrecheces monetarias que han protagonizado el día a día de tantas familias españolas, hay quienes viven al margen del mundanal problema de sobrevivir al día 30 de cada mes y de llegar a los 65 años sin penurias. Existe un grupo de exclusivo acceso, pues solo lo conforman veinte personas, en el que decirle adiós a su respectivo puesto de trabajo fue el paso hacia un retiro dorado en todos los sentidos.
El premio de los "ex"
Según señala el Portal de Transparencia en los distintos informes y datos que ofrece al ciudadano, en algo menos de tres años el Estado ha concedido un total de 3.216.742,51 euros en concepto de "Indemnizaciones por razón de abandono del cargo". Esta suma se ha distribuido entre una veintena de hombres y mujeres repartidos a lo largo de dos ministerios (Educación, Cultura y Deporte y Economía y Competitividad), un consejo (el Consejo de Seguridad Nacional) y sendas comisiones (Comisión Nacional del Mercado de Valores y la Comisión Nacional de la Competencia).
Relación de nombres, puestos y pensión mensual de los beneficiarios de la indemnización. Elaboración propia.
Estos quince hombres y cinco mujeres reciben o han recibido una cuantiosa paga mensual desde el erario público en concepto de retribución tras abandonar su cargo, una especie de compensación por los servicios prestados. A lo largo de un determinado número de meses, en función de cada cargo, esta mezcla de expresidentes y exconsejeros recibe esta compensación derivada del abandono de su antiguo cargo.
Uno de los nombres más conocidos de este listín no es otro que el de José Ignacio Wert. El que ostentara la cartera de Educación, Cultura y Deportes desde diciembre de 2011 renunció a su puesto ministerial el 26 de junio del pasado 2015. Inmediatamente después, el primer día de julio, se abrió el plazo en el que el político peor valorado de la Democracia cobraría un total mensual de 4.598,79 euros. Ahora bien, esa bonificación correspondió solamente a julio, puesto que al poco tiempo se le nombró embajador ante la OCDE en París, con no poco revuelo en redes sociales.
Hasta el presente mes de febrero se han destinado más de tres millones de euros a este grupo, si bien cabe destacar un factor en el que el Portal de Transparencia no incide. De las veinte personalidades que reciben esta pensión estatal, solo se sabe cuándo concluye el plazo de percepción de esos fondos en siete de los casos. Actualmente ya ha finalizado la compensación económica de seis de ellos, mientras que el plazo del restante, el exconsejero de Seguridad Nacional, Antonio Gurgui, se cierra el 31 de octubre de 2017.
Entre estas siete personas, donde se encuentra el exministro Wert, hay cinco antiguos componentes del Consejo de Seguridad Nacional y el exsecretario de estado de Economía, Fernando Jiménez. Su remuneración postlaboral conjunta se traduce en unos 600.000 euros, que es menos de una quinta parte del total destinado desde las arcas públicas hacia este colectivo. ¿Y qué ocurre con el resto de esta inversión?
Trece pensiones indefinidas
Los trece restantes miembros de este grupo se caracterizan porque no hay fecha de conclusión de su indemnización, al menos según señala la web de transparencia española en sus registros. Sus distintas cuentas bancarias han recibido, entre todos, más de dos millones y medio de euros desde que pasaran a formar parte de los que abandonaran sus respectivos cargos. Como media, cada uno de ellos obtiene unos 7.200 euros cada mes, lo cual hace que mensualmente España dedique casi 100.000 euros exclusivamente para las pensiones de estos antiguos trabajadores.
De estas trece personas, hasta diez ocuparon en su momento distintas consejerías, principalmente en la Comisión Nacional de Telecomunicaciones, la del Sector postal y la de la Competencia. Entre los otros tres exmiembros se encuentran presidente , exvicepresidente primero y exconsejera de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones, área que más dinero recibe. Este terceto, en total, cobra 27.000 euros mensuales y ya han superado las tres cuartas partes de millón de euros percibidos en los dos años y medio trascurridos desde que dijeran adiós a su cargo en octubre de 2013.
Dado que no hay una fecha estipulada para que estos exempleados estatales dejen de ingresar este sueldo, el Estado podría dedicar al cierre de 2016 casi un millón de euros más a repartir entre las trece personas que, de forma indefinida, se benefician de la indemnización estatal.
Los más beneficiados
Dentro de esta veintena, quien más ingresos ha recibido bajo esta compensación monetaria ha sido Alberto Lorenzo Almendros, que tras retirarse de la presidencia de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones el siete de octubre de 2013 acumula 262.918,32 euros procedentes de estos fondos. Dado que no tiene definida una fecha del fin de esta percepción, podría seguir haciéndose con 9.389,94 euros mensuales procedentes de las arcas de todos los españoles.
Cantidad total percibida por los distintos excargos desde su abandono del puesto. Elaboracion propia.
El pódium de los antiguos altos cargos que más dinero han recibido a causa de esta retribución son los siguientes. Por un lado, Marcel Coderch y Collel, que hasta el mismo día de octubre que Lorenzo fue vicepresidente primero de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones, área con las mayores compensaciones económicas hacia sus otrora dirigentes. En los 28 meses que lleva cobrando esta indemnización pública rebasa ya el cuarto de millón de euros, volumen que seguirá elevándose a razón de casi 9.000 euros mensuales hasta que se ponga punto y final a su periodo de percepción.
La tercera en mayor asignación, y también sin que haya fecha de conclusión de sus ingresos, es Marta Plana Dropez, quien fuera exconsejera de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones. Desde el primer día de agosto de 2013, momento en el que pasó a formar parte del grupo de indemnizados por abandono de cargo, hasta el presente mes de 2016, ha obtenido casi 250.000 euros. Esta cifra seguirá aumentando hasta que se ponga fin al periodo indefinido en el que Plana tiene acceso a esta pensión estatal.
Una de las grandes paradojas de estos datos es que la persona que ostentó el departamento con más importancia fue la que tenía la indemnización más baja de todos estos altos cargos. No es otro que José Ignacio Wert y su puesto en la cartera de Educación, Cultura y Deporte, que le daba derecho a 4.598,79 euros mensuales, menos de la mitad que lo que ingresa Alberto Lorenzo. Aunque solo tuvo acceso a esta cantidad durante un mes, pues pasó a ser el embajador español en la OCDE en París a razón de 10.000 euros mensuales, contrasta con los volúmenes económicos a los que acceden los exconsejeros de distintas comisiones.
Los más de 3,2 millones de euros que ha destinado el Estado a indemnizar estos abandonos de cargo se convertirán en algo más de cuatro millones cuando concluya 2016. Dado que aún hay trece personas con una pensión indefinida, a la par que elevada, cargo del erario público, los fondos nacionales seguirán engrosando las sumas recibidas por aquellos que renunciaron a su despacho y accedieron así a esta compensación. Dado que la marca de café ofrece "tan solo" 2.000 euros brutos mensuales, mejor será que los españoles sueñen con ser antiguos altos cargos.