La riqueza política de este año consigue incluso superar a la del anterior. Quizá el 2014 fue la siembra de unos elementos que, este año, han empezado a germinar. La cantidad de acontecimientos ocurridos durante el 2015 han sido de una importancia muy destacable, ya que su repercusión puede marcar el devenir de los años venideros. Por consiguiente, en los siguientes párrafos vamos a contar resumidamente los hechos más importantes de este año.
El Sondeo de enero de Metroscopia: ¿el principio de un tiempo nuevo?
El año arrancaba con una noticia rompedora: Podemos confirmaba su tendencia creciente y se situaba como primera fuerza política en intención de voto. Asimismo, también asomaba otra formación, llamada Ciudadanos, que con un 8,1% de intención de voto superaba a Izquierda Unida y a UPyD. Además, en esos momentos el binomio actual del bipartidismo español, conformado por PP – PSOE, se mostraba bastante debilitado.
El tiempo aplicó un severo correctivo a la formación morada y vio como ese apoyo popular se diluía. Por otro lado, Ciudadanos crecía como la espuma, mientras que PP – PSOE iban recuperando parte de las posiciones perdidas. Sin embargo, fuerzas políticas como Izquierda Unida no conseguían remontar sus previsiones, mientras que otras como UPyD iban perdiendo protagonismo.
Grecia, Syriza y el pago de la deuda
Entretanto, la situación en el país heleno era realmente dura. Los recortes de la Troika en ese país habían dibujado un escenario dantesco en el que las personas se encontraban al límite de sus propias fuerzas. En consecuencia, ateniendo a esas razones, las elecciones celebradas durante el mes de enero fueron ganadas por una fuerza política de izquierdas llamada Syriza. Este partido aplicó primero una serie de medidas asistencialistas para paliar los efectos de las crisis en sus conciudadanos.
No obstante, lo que más interés mediático despertó, fue la intención, por parte de esta formación política, de renegociar la deuda. En este sentido, tras argumentar la necesidad de llevar a cabo esta medida el gobierno heleno entendió que era necesario preguntar a su población, acerca de si ellos entendían legítimo pagar la deuda en las condiciones impuestas por la Unión Europea. Finalmente, el “NO” ganó por más del 60% de los votos, y el gobierno de Grecia actuó como entendió apropiado.
Elecciones andaluzas
Las elecciones andaluzas se presentaban como el primer laboratorio de todos los comicios que estaban por venir (primero los autonómicos y municipales y, posteriormente, las elecciones generales; sin obviar la especificidad de los autonómicas catalanas). Eran la primera prueba después de que Podemos provocara en las europeas del 2014 la primera brecha al bipartidismo. Pero, junto a la formación morada, se conformó otra fuerza política que aspiraba a tener un papel importante en el panorama político español: Ciudadanos. Era la primera prueba de fuego para los de Albert Rivera.
Susana Díaz se la jugó adelantando los comicios y... los resultados no defraudaron. El PSOE conservó sus 47 escaños, conservando así su principal caladero de votos. El Partido Popular, pasó de los 50 escaños que conservaba a 37, convirtiéndose en el gran perdedor de la noche (aunque, curiosamente, los populares cosecharon 300.000 votos más que en las europeas de un año antes). Con fuerza entraron las dos fuerzas políticas que acapararían más adelante el “cambio político” a nivel nacional: Podemos, con 15 escaños, y Ciudadanos, logrando 9 diputados. Mientras, Izquierda Unida se encontraba en plena caída desde la aparición de Podemos, y pasó de 12 escaños a 5.
Aunque Díaz ganó con claridad, las negociaciones para conformar gobierno fueron largas y hasta junio la candidata socialista no fue investida. Finalmente, Díaz logró la abstención de Ciudadanos, con Juan Marín al mando, a cambio de cumplir con varias promesas: que Manuel Chaves, afectado por la trama de los ERE, dejara el acta que diputado, que los políticos asuman la responsabilidad subsidiaria en caso de que se produjera financiación ilegal, la rebaja del IRPF y otras medidas de reactivación económica.
Elecciones autonómicas y municipales
El principio del cambio se comenzó a vivir en las elecciones autonómicas del 24 de mayo. El futuro de grandes municipios y autonomías se jugaban su liderazgo, con el temor de los que estaban en el Gobierno, mientras los partidos más recientes miraban el 15M. Sin duda, el ambiente estaba caldeado, la población no toleraba más esa manera de gobernar. Los sondeos no mentían, la era del cambio había llegado y eran los de abajo quienes iban a por los de arriba. De esa manera, se consiguieron los ayuntamientos más importantes y codiciados de España.
El primer golpe sobre la mesa se dio en Valencia. Tras más de nueve años con el PP en la Generalitat, veían como tras convertir la Comunidad Autónoma en un nido de corrupción y malversación pública el cambio llegaba de la mano de Ximo Puig del PSOE. Pero no solo fue en la Generalitat sino también en la alcaldía de Valencia donde Rita Barberá se despedía de un asiento que le costó adaptarse a su nuevo dueño, con una población cada vez más entristecida. La llegada de Compromís al ayuntamiento del municipio marcó el inicio de algo nuevo. Por otro lado, el cambio fue también palpable en las dos alcaldías principales de España, como son las de Madrid y Barcelona, donde el movimiento 15M representado por Manuela Carmena y Ada Colau respectivamente se alzaban con el cargo tras un final de campaña apoteósico.
Elecciones en Cataluña
En septiembre en Cataluña se jugaban si seguir con la complicada y prácticamente imposible idea de lograr la independencia o lograr sacar adelante una autonomía que esta básicamente en bancarrota. Las elecciones dieron a entender que el Gobierno central tendría un serio problema con esta comunidad, el sentimiento nacionalista crecía como la espuma y rozaba el 50%, pero el “molt honorable” señor presidente Artur Mas tendría el serio problema de formar gobierno para la Generalitat. O realmente tras varios meses un principio de acuerdo con la CUP todo hacia presagiar que para 2015 ya hubiera presidente, pero el empate en la asamblea de el último partido citado todo hizo que se alargase más y comenzase a temerse unas más que probables elecciones anticipadas.
Reforma del Tribunal Constitucional
En septiembre, el Partido Popular aprobó, utilizando la mayoría absoluta, su reforma del Tribunal Constitucional. Este hecho no es una cuestión baladí, sino que respondía a un hecho muy concreto: el conflicto de la independencia de Cataluña. No obstante, aunque la causa fuera esa, las repercusiones que suponen este cambio pueden tener un alcance mucho mayor.
¿En qué consiste esa reforma? Básicamente en el añadido de nuevas competencias para cuando las sentencias de este tribunal se incumplan. Entre estas nuevas competencias es posible encontrar la suspensión de autoridades y cargos públicos. Ahora bien, estos nuevos elementos combinado con la escasa independencia del poder judicial en España, tan vinculado a los partidos con mayoría en las cámaras, puede convertir al teórico garante de la Constitución, en un poderoso instrumento para los partidos políticos.
El chavismo pierde la mayoría en la Asamblea Nacional
En el mes de diciembre, justo casi al final del año, la oposición venezolana ganaba unas elecciones en mucho tiempo. Sin embargo, no fueron unas presidenciales, sino unas legislativas, por lo que el Partido Socialista Unificado de Venezuela (PSUV) “solamente” perdía el control de la cámara legislativa de Venezuela (Asamblea Nacional). Hay que remarcar que estas elecciones confirmaron que el poder cambia de manos en el país caribeño sin ningún contratiempo.
Elecciones generales
El colofón a un año de cambios llegaba el 20 de diciembre. Los últimos debates pre-electorales no ayudaban al PP, con un Presidente del Gobierno que no comparecía en el debate a cuatro y mandaba a su número dos; y con un Podemos que destacaba sobre todos los allí presentes. La vieja política comenzaba a venirse abajo combatiendo entre ellos en un cara a cara cuyo contenido bronco no pasó inadvertido para nadie.
El día de las elecciones las encuestas dieron un vuelco gigantesco. Con un Podemos que según los sondeos iba en caída libre cambiándose las tornas con unos Ciudadanos que estaban en auge. Mientras, PP y PSOE marcaban los mínimos históricos que suponían el fin del binomio actual y el comienzo de una nueva era política.