Un acto de promoción corriente con el actor Tim Roth ha servido para que el polémico director pop vuelva a definir su estilo cinematográfico entre la polémica y la genialidad. Con su habitual verborrea, Tarantino ha respondido a las preguntas de los periodistas sobre una posible colaboración con el director Spike Lee. Tarantino ha sido tajante "Sólo me quedan dos filmes y no voy a perderlos trabajando con el jodido Spike Lee. El día que trabaje con él será el día más feliz de la vida de ese pequeño hijo de puta".
El ganador del Oscar honorífico de este año ya mantuvo cierta polémica con Tarantino cuando criticó su forma de tratar el tema de la esclavitud en Django Desencadenado. Tarantino siempre ha dejado muy claro que la excesiva violencia de sus filmes es solo un método para hacernos ver la crudeza de la existencia y que en el cine "la sangre es sopa de frambuesa".
El director ha vuelto a dejar clara su intención de hacer únicamente 10 largometrajes con lo que el fin de su carrera como director estaría cercano. "Siento una gran presión por mantener el nivel de trabajo del que estoy satisfecho y me decepcionaría mucho si la gente esperara cierta calidad y no la tuviera"
Tuvo tiempo para comentar que sus películas "no son para americanos", el director opina que se muestra en un público más amplio y que aunque trata temas propios de Estados Unidos sus cintas no están creadas para un visionado reducido a un país concreto.
El nuevo western de Tarantino llegará a los cines de EEUU el 25 de Diciembre de este año.
