Especial Alejandro Amenábar: la masterclass (parte II)
Alejandro Amenábar y Fernando Bovaira con su Oscar por 'Mar adentro' (Imagen: marcaespana)

Cine VAVEL continúa con el Especial Alejandro Amenábar: la masterclass, en el cual relatamos la clase magistral del realizador sensacionalmente dirigida por el cine Phenomena de Barcelona y conducida por Ángel Sala.

En esta segunda parte, ahondamos en las influencias cinéfilas del cineasta, la manera de enfrentarse al proceso creativo, su rol como compositor musical, así como su inclinación hacia el cine de miedo.

Un director de género… ¡a mucha honra!

Y es que lejos de molestarle que le etiqueten en el cine de terror, a Alejandro Amenábar le entusiasma estar íntimamente ligado a él: "A mí me encantaría que me identificaran con cine de género. En el terror y el misterio es donde me siento más cómodo." Respecto a este punto, afirma que a pesar de que trata de "darle la vuelta a la película para que tenga más capas", su verdadera intención es "que en la superficie sea una película de palomitas."

No obstante, a lo largo de su prolífica carrera no ha cerrado las puertas a los demás géneros. La ambición del director le ha llevado a querer explorar otros territorios. En Mar adentro (2004) y Ágora (2009), decidió ocuparse de un cine social y emotivo basado en hechos reales y una superproducción de corte histórico, respectivamente.

Anterior a Regresión (2015), Ágora supuso el desembolso de cincuenta millones de euros. "El dinero para las producciones vienen de todos lados. De China fundamentalmente. Las películas se producen de las maneras más rocambolescas."

Amenábar: "A mí me encantaría que me identificaran con cine de género. En el terror y el misterio es donde me siento más cómodo."

La película protagonizada por Rachel Weisz fue concebida gracias a la naturaleza curiosa del realizador, quien se confiesa fan de la serie de divulgación de Carl Sagan Cosmos: "La relatividad me llevó a Hipatia de Alejandría, Hipatia me llevó a Egipto, y cuando nos dimos cuenta teníamos planteada una película muy cara. Si queríamos hacerla."

El proceso creativo

En la industria cinematográfica, al cineasta nacido en Chile bien se le podría considerar un genio. No solo se encarga de la dirección de las películas, sino que además escribe sus propios guiones. ¿Cuál es el método que emplea Alejandro Amenábar para escribir historias de tal calibre? "Empezar por el final me ayuda a saber a dónde voy. Yo necesito imaginarme la última secuencia, dónde ha terminado el viaje. Realmente me ayuda a escribirlo."

El proceso creativo de Amenábar se antoja bastante variado, dependiendo del tipo de proyecto que se traiga entre manos. "Hay historias que he escrito con el típico método de la escaleta, leyendo manuales sobre cómo se escribe un guion; y otras películas, como Los otros, que iba escribiendo sobre la marcha."

Amenábar dirigiendo a Rachel Weisz en Agora
Amenábar dando instrucciones a Rachel Weisz en 'Ágora' (Imagen: 20minutos)

Amenábar: "Si yo en la tele pillo Aquí huele a muerto, no sé cómo pero me tiene enganchado. La tengo que ver hasta el final."

"Generalmente intento tener los cimientos puestos y luego pongo los ladrillos. Lo que menos me cuesta y lo que más disfruto es poniendo los ladrillos. Dialogar creo que se me da bien. Voy bastante deprisa", admite evaluando sus habilidades. Asimismo, el ganador de un Oscar también ofreció un valioso consejo para los guionistas: "Cuando te pones a escribir tienes que disfrutar y dejarte llevar por la historia."

Un creador multitarea

A pesar de su desempeño como realizador y guionista, esas tareas no le han privado de dedicarse a otros roles durante la producción de gran parte de su filmografía. La composición musical llamó su atención desde muy joven.

Ya en sus primeros cortometrajes llevó la batuta (nunca mejor dicho) en el diseño de sus bandas sonoras, algo que curiosamente le pareció "más fácil de lo que yo pensaba". De ese modo decidió seguir ejerciendo como compositor en Tesis, su debut en el largometraje, y también en sus tres siguientes películas.

Sin embargo, en sus recientes producciones el realizador ha preferido ceñirse tan solo a la dirección y al guion, decisión con la que bromea: "Ahora soy más vago". El motivo es que, según reconoce, esta actitud multitarea le quita "mucho tiempo y esfuerzo, y hay compositores maravillosos. En Ágora me apetecía probar con otro compositor. Así que de momento me he retirado de la música."

Influencias de un cineasta

Tras ser consultado por uno de los asistentes sobre cuáles son las películas que ha visto en más ocasiones, el ganador de nueve Goya no se muestra indeciso: se trata de la cinta 2001: una odisea en el espacio (Stanley Kubrick, 1968). Pero para sorpresa de todos los asistentes, tampoco parece poder apartar la mirada de la pantalla con una concretísima del dúo humorístico Martes y trece: "Si yo en la tele pillo Aquí huele a muerto, no sé cómo pero me tiene enganchado. La tengo que ver hasta el final."

Amenábar: "La residencia fue de las pocas películas de terror que me dejó ver mi madre. El resto las veía en casa de los vecinos."

El nivel de cultura cinematográfica de Amenábar no conoce límites. Prueba de ello es su fascinación por incluir en su filmografía pequeños guiños a otras obras que le han marcado como director. Según explica durante la masterclass, una de las películas de Narciso Ibáñez Serrador le fascinó cuando era niño.

"La residencia (1969) fue de las pocas películas de terror que me dejó ver mi madre. El resto de películas de terror las veía en casa de los vecinos." En homenaje a ese filme, Amenábar añadió en los títulos de crédito de Los otros "algunos dibujos donde se reproduce el diseño de decorado de La residencia."

Sus seguidores y también la crítica se preguntan por qué ha tardado tanto tiempo en reaparecer en la pantalla grande. El cineasta desvela este misterio y responde a otras cuestiones en la tercera y última parte del Especial Alejandro Amenábar: la masterclass que Cine VAVEL ha preparado para sus lectores.

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