Solo los grandes directores de la historia del cine son capaces de describir su oficio con tanta claridad, ayer Coppola dijo lo que muchos piensan y nadie dice. El director de Apocalypse Now se presentó ayer en Gijón para dar una charla sobre el futuro del cine. Sin pelos en la lengua, bien por su avanzada edad o por la seguridad de haberlo conseguido todo, se confesó contraria a las prácticas de los productores de Hollywood.
Francis Ford Coppola es el realizador americano más importante que ha dado el cine en el último medio siglo. Un director que a lo largo de su vida siempre ha soñado con hacer películas pequeñas y personales, cercanas al arte, y alejarse de las ataduras comerciales que imponen los grandes estudios. Sus eternos problemas económicos y el grandísimo éxito que tuvo con su trilogía de El padrino hicieron que el director italoamericano siempre se moviera en la industria cinematográfica haciendo equilibrios, como si fuera un funambulista, entre sus deseos profundos y sus necesidades reales. Afortunadamente, a lo largo de ese camino ha ido regalando a los espectadores un buen puñado de obras maestras.
Como si estuviera tratando con la mafia italoamericana describió a los productores de Hollywood con estas palabras: "Los productores no permiten que emerja el espíritu que creó el lenguaje del cine. Prometeo robó el fuego y fue encadenado por ello. Lo mismo le pasa al cine: está encadenado porque todo se mueve por dinero”. Él mismo explicó que el cine debe resultar una experimentación continúa y no un método para hacer dinero. También habló sobre las nuevas plataformas audiovisuales, de televisión del 3D y hasta tuvo tiempo para hablar de la corrupción.
La actividad de Coppola en nuestro país está siendo frenética desde que le concedieron el Premio Princesa de Asturias de la Artes. Con este premio se rinde tributo a una generación de directores inigualable, que lucharon contra el Star system de los estudios de Los Ángeles. Una generación en la que se encuentran nombres como Scorssese, Woody Allen o Oliver Stone pero que es Coppola con títulos la trilogía de el Padrino, Apocalypse Now, La conversación o Drácula de Bram Stoker el que consigue sobresalir entre una generación de cineastas atrapados entre el cine clásico y la modernidad. Un viaje hacia ninguna parte que nos deja tras de sí películas que explican nuestro tiempo.