San Sebastián (Día 3): 'Anomalisa' se eleva por encima del cielo guipuzcoano
Foto: sneckbytes.com

La tercera jornada del Festival de San Sebastián 2015 tuvo una gran triunfador; Anomalisa. La nueva cinta de Charlie Kaufman recibió los aplausos de una crítica que la encumbró muy por encima de las piezas que se presentaron para competir en la sección oficial; 21 Nuits Avec Pattie (Arnard y Jean-Marie Larrieu) y Sparrows (Rúnar Rúnarsson). Ambas reman para quedarse en una orilla donde en lugar de conmover con sus narraciones, se antonajn demasiado planas, apartándose de la candidatura seria al premio final. En el apartado de Nuev@s Director@s, Einer Von Uns, de Stephan Ritcher, y Stay With Me, dirigida por Jin-Woo Rhee, llegaban con la vitola de la reverberación sobre la sociedad adolescente más tópica, y no se equivocaron.

La jornada fue avanzando paulatinamente, con las proyecciones de Chronic (Michel Franco) y La Tierra y la Sombra (César Augusto Acevedo) en la categoría de Horizontes Latinos, The Propaganda Game (Álvaro Longoria) en Zabaltegui, las dos piezas de Pablo Ibarburu en Zinemira; Walls y District Zero. Panorama (Jon Herranz) y Degrees North (Xavier De Le Rue) se proyectaron para el Savage Cinema. A pesar de la gran cantidad de proyecciones, ninguna cumplió con las expectativas generadas, sobre todo la última cinta de un Michel Franco que nunca deja indiferente a nadie. El día se acababa y no con una buena cartera de proyecciones como se pudo comprobar en días anteriores, sin embargo, como un vestigio del verano en invierno, llegaron Charlie Kaufman y su Anomalisa para dejar al público perplejo ante una película que desnuda sus intenciones y, con ellas, el mundo que plasma en cada secuencia. Sin duda, la única pieza de la tercera jornada que merece un vistazo con detenimiento. A ella se unió la ya presentada en Cannes, Umimachi Diary (Hirozaku Kore-Eda), la cual, de la misma manera que ocurrió en la festival galo, tuvo una gran acogida por parte de la crítica.

El día terminó con las presentaciones de Las Altas Presiones (Ángel Santos) en la sección Made in Spain, Barash (Michal Vinik) compitiendo en Nuev@s Director@s y Mariposa, dirigida por el argentino Marco Berger, quien regresa a la narración seductora de una forma seca y con poco glamour. En un día gris para el Festival, las tres últimas piezas volvieron a dejar fría a la crítica que, después de vislumbrar la tierna sátira de Anomalisa, pedía algo más.

21 Nuits Avec Pattie, Arnard y Jean-Marie Larrieu

Dirigida por los hermanos Larrieu y protagonizada por Karin Viard, Sergi López, Isabelle Carré, Denis Lavant y André Dussollier, 21 Nuits Avec Pattie narra la historia de Caroline, quien debe interrumpir sus vacaciones a causa de la repentina muerte de su madre. La relación que surge entre ella y Pattie, la cuidadora de la casa, se verá empañada por un giro inesperado cuando el cádaver desaparece misteriosamente. Tratada desde una perspectiva cómica, los Larrieu se obstinan en mostrar una extravagancia narrativa demasiado seria en algunas fases de la cinta, sumiendo a la obra en una trascendencia incogruente. Sin embargo, sí funciona como una comedia desenfada donde la amistad desmesurada cobra una atmósfera brutalmente surrealista. Según ha afirmado la crítica, la película resulta demasiado tibia como para conmover desde una subjetividad relativa.

Foto: sansebastianfestival.com

Sparrows, Rúnar Rúnarsson

Sparrows se une a la lista de retratos adolescentes donde, en lugar de profundizar en los recovecos de la trama, subraya sin cesar una idea harto explotada que le impide, tan siquiera, llegar a ser un relato. Llana y sin ese valor intrínseco que posee el cine de autor puro y esclarecedor. Dirigida por Rúnar Rúnarsson y protagonizada por Atli Oskar Fjalarsson e Ingvar Eggert Sigurdsson, Sparrows cuenta la historia de Ari, un adolescente que se ve inmerso en un mar de cambios continúos, regresando a la tutela de un padre con el que la relación brilla por su dureza y sus amigos no son los que eran. Allí, Ari deberá luchar por emprender su propio camino. Como ya acostumbra el cine islandés, la delicadeza y los planos cuidados comandan a una pieza que, esta vez, deja mucho que desear.

Foto: sansebastianfestival.com

Anomalisa, Charlie Kaufman

Las películas de animación esconden algo que no se puede ver tan fácilmente; una narración que deja a un lado la grandilocuencia, y se centra en mostrar las reflexiones de sus personajes y en desarrollar un trama que, por muy básica que parezca, muestra los distintos valores ideológicos que pueden empañarse en una pieza más compleja visualmente. Anomalisa narra la historia de un motivador algo inusitado, quien, harto de escuchar la misma voz procedente de distintas bocas, se enamora de la única que ha sonado distinto a todo lo que había oído antes. Su evolución mediante distintos pasajes de humor satírico han encumbrado a una obra reflexiva y tierna que fue posible gracias al crowdfounding. Según algunos críticos, la nueva obra de Kaufman es paralela a las obras maestras que enaltecieron el poder narrativo de Ingmar Bergman. Una vez más, se vuelve a demostrar que no es necesario un presupuesto disparatado para realizar un producto de alta gama.

Agenda 21/09: Amama, de Asier Altuna y Eva No Duerme, dirigida por Pablo Agüero, presentan sus credenciales en la Sección Oficial. Zabaltegui recibirá las obras de Magnus Von Horn (Efterskalv), Laurie Anderson (Heart Of a Dog) y Fernando Colomo (Isla Bonita).
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