El pasado lunes, los vecinos del distrito madrileño de Carabanchel amanecieron en la desesperanza. En la madrugada, el bloque de viviendas del número 5 de la calle Duquesa de Tamares se derrumbó  tras los crujidos que advertían de la aparición de grietas en el edificio. Según informó un concejal, las causa del desplome fue el colapso de uno de los tres pilares de un pequeño comercio situado en el bajo del edificio número 5

Finalmente, los bomberos se vieron obligados a desalojar a 57 personas -36 vecinos del número 5 y 21 del número 7, que también se ha visto afectado- por riesgo de desplome, siendo 22 realojados en un hotel por el Samur Social. 

Dos días después, Santa Lucía, la aseguradora de los inquilinos, les ha dado una respuesta contundente; el seguro no cubre los gastos de desplome. Santa Lucía ha anunciado que el apartado de “riesgos cubiertos” de la póliza no incluye los casos de derrumbamiento, así como su voluntad de acogerse al apartado de “riesgos excluidos”, por el cual la aseguradora no atenderá ningún “riesgo cuya cobertura no figure expresamente pactada en las condiciones particulares o generales de este seguro”.

La empresa, que además de ser la aseguradora de la comunidad tiene contratado el seguro de hogar con cuatro vecinos del edificio, les comunicó ayer su negativa de cubrir los gastos de desplome. Sin embargo, más preocupados están los vecinos que aún no han recibido respuesta alguna de su aseguradora.

Según Santa Lucía, este tipo de eventualidades no están cubiertas por ninguna póliza debido al alto riesgo que suponen las viviendas antiguas. A pesar de ello, el contrato de seguro sí cubre el “desalojo forzoso”, por lo que la empresa se responsabiliza en correr con los gastos del hotel, es decir, un máximo de 100 euros diarios durante 10 días.

A pesar del apoyo ofrecido por el Ayuntamiento de Madrid, los vecinos afectados aún no han recibido una propuesta para su reubicación en viviendas de integración social. Así, las soluciones que barajan los vecinos son diversas. Mientras unos se plantean crear una asociación de damnificados para presentar una querella, dos familias han decidido llegar a un acuerdo con el Consistorio, recibiendo una de ellas un piso de emergencia y la otra un piso tutelado.