Benicàssim tiene algo mágico. No sabemos muy bien si es el hecho de ver a cientos de guiris aglutinados durante unos pocos días en esta pequeña localidad castellonense, lo histórico que encierra el festival que ha visto en sus escenarios a estrellas de la talla de Bob Dylan, o simplemente que nos gusta más la música que a un tonto un lápiz y nos hace una ilusión terrible cruzar las puertas de este lugar cada año.
El caso es que a pesar de las luces y las sombras que tiene este festival, siempre nos deja algo que contar.
Jueves 18: Motores a medio gas
El primer día era el turno de Florence + The Machine. Florence Welch, vestida de blanco y sin zapatos, desprendió una electricidad y una luz que dejó al público conmocionado. Tal era el magnetismo, que en canciones como "St Jude", ni si quiera se llegaron a escuchar aplausos ni al principio ni al final del tema.
Su magia vocal se vio acompañada con una interpretación de los temas impecable por parte de la banda y una Florence entregada, que no paró de bailar ni de moverse durante todo el espectáculo.
Destacar también la actuación de Crystal Fighters, una banda que siempre pone el listón alto y no defrauda. Su propuesta gusta al público por algo muy sencillo: es inevitable no pasárselo bien en sus directos.
Cleand Bandit sonó por compromiso, y es que el FIB ya nos tiene acostumbrados a encajar ciertos nombres en el cartel, única y exclusivamente, para contentar a la muchachada británica.
La jornada terminó con lo que es ya un clásico en los grandes festivales españoles, ElyElla DJ’s.
Viernes 17: Más sonrisas que lágrimas
El viernes fue el turno del ex de Oasis, Noel Gallagher, y The Prodigy. El primero de ellos hizo una actuación impecable, con un setlist compuesto tanto por canciones de su primer y único trabajo, Noel Gallgher's High Flying Birds, como por grandes éxitos de Oasis como "Champagne Supernova" o "Don’t Look Back in Anger".
En The Prodigy estalló la locura. Las primeras filas parecían un ebullidero y la masa británica enloqueció cuando la banda tocaba sus temas más conocidos. Esta electrónica apocalíptica desde luego no está hecha para todos los públicos y así se demostró durante el show: difícil fue salir de allí sin ningún rasguño.
Ese mismo día pudimos disfrutar de uno de los grandes descubrimientos de este festival, Moodoïd, grupo que ya recomendamos hace unas semanas aquí cuando hablamos de bandas no tan famosas de este FIB 2015.
Ataviados con cientos de lentejuelas y purpurina, Modooïd, dio durante la hora escasa que duró su concierto, un recital de elegancia y potencia que nos dejó totalmente prendados de esta banda. Guitarras con mucho reverb y grandes juegos de percusión, hicieron de esta actuación una de nuestras favoritas de la jornada.
Otra historia fue lo de Jamie T. El británico nos dejó con la boca abierta y no por su gran actuación, sino por lo mediocre de la misma. Lo que parecía que iba a ser un espectáculo de pop entretenido, fue un mediocre show de pop-punk acompañado por una terrible voz del cantante, del que no escuchamos ni un ápice de afinación, ¿cuándo Jamie T decidió ser Green Day? (salvando el abismo que separa a uno y a otro).
A pesar de todo, fueron muchas las adolescentes británicas que se congregaron allí y que cantaban sus canciones al borde del éxtasis.
Godspeed You! Black Emperor fue otro de los grandes triunfadores de la parte media del cartel. Los canadienses dejaron ver una propuesta post-rock muy interesante.
Sábado 18: Nostalgia reprimida
Por fin la jornada más esperada, el día que Blur y los Planetas ocuparían el escenario Las Palmas para hacer las delicias del público. Ninguno de ellos defraudó.
Lo de Los Planetas fue una explosión de nostalgia reprimida. Tras muchos años sin aparecer por los escenarios, el público nacional esperaba con ansia su regreso y ellos respondieron acorde a las expectativas. En el más grande los escenarios del FIB, se escucharon gran cantidad de himnos atemporales como: “Corrientes Circulares En El Tiempo”, “Santos Que Yo Te Pinté”, “Segundo Premio”o“Pesadilla en el parque de atracciones”.
Destacar la aparición de Gaizka Mendieta, quien junto a los granadinos interpretó “Un buen Día”, canción donde se menciona al ex jugador en uno de los versos.
Esta estrategia fue la misma que siguió Blur, con un Damon Albarn totalmente entregado. Blur desplegó sobre el escenario un setlist perfecto, compuesto en un 80% de viejas glorias de la banda “Beetlebum” ,“Song 2”, “Tender”, “Coffe and TV” o “Boys and Girls” y un 20% de canciones de su último álbum The Magic Whip.
El momento más curioso de su actuación lo protagonizo una fan que subió al escenario para cantar “Parklife”.
Mientras en el escenario de Radio 3, lo que parecía que iba a ser una de las actuaciones más brillantes de este FIB, se convirtió en un jarro de agua fría, algo que, en parte, esperábamos.
Este FIB nos tiene acostumbrados a sorpresas de última hora y una de ellas fue el cambio de Mark Ronson, que pasó de actuar como live a DJ, y bien ¿qué ocurrió? Pues lo que se vaticinaba, una decepción que invitaba a cualquiera a buscar un buen sitio para ver a Blur en lugar de seguir viéndole pinchar.
Muy distinto fue lo de Curtis Harding y es que cuando combinas una buena voz, con grandes músicos (destacar al batería que resultó excepcional) y canciones potentes que derrochan funk y soul, el éxito está asegurado. Desde luego, Curtis Harding fue uno de los grandes vencedores de la parte más modesta de este FIB.
Mientras Curtis Harding daba un gran recital en un desmerecidísimo autobús de Red Bull, Kaiser Chiefs en el escenario Las Palmas, hacía enloquecer a la masa británica.
Esta banda suele ofrecer grandes actuaciones en directo y aquel día no ocurrió nada que no esperáramos. Directo energético y demoledor el de los de Leeds.
Domingo 19: Chupinazo final
Ya era hora de que Vetusta Morla ocupara el escenario principal del FIB. Su directo es magistral: intenso y con un control del tiempo tan preciso que no da tiempo a aburrirse. A pesar de que apenas estuvieron una hora sobre el escenario (que a más de uno se le hizo corta), se llevaron una de las mayores ovaciones del público.
Nada más acabar Vetusta Morla, era el turno de FFS en el escenario de Radio 3. FFS surge como la mezcla de dos bandas míticas de Glasgow, The Sparks y Franz Ferdinand. Fue un gran concierto, su setlist estaba compuesto tanto por temas de ambas bandas como por canciones del disco que han lanzado, FFS.
Aunque fue el cabeza de cartel que menos publico congregó, Portishead demostró una belleza y un gusto musical inigualable. Su calma impostada rompe a cualquiera, se cala en los huesos para finalmente dejarte clavado en el suelo. Por ello la mayoría de los asistentes decidieron permanecer sentados al fondo del escenario disfrutando del concierto.
A continuación llegó el turno de Bastille, otro de esos grupos sacados de la radiofórmula que ocupan el cartel del FIB como reclamo británico. Nada especial que remarcar de su actuación.
Más tarde de la hora a la que estaba previsto, MØ salió al escenario de Radio 3 con una energía brutal. El único objetivo era bailar y disfrutar de la recta final del FIB y MØ nos lo puso en bandeja. Lejos de lo que se podía esperar como una actuación más bien normal, MØ fue un chute de adrenalina acompañada por una buena banda y una voz perfecta.