Jesús Aguilar, presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (COF), ve con buenos ojos que los miembros de su gremio puedan acogerse al derecho de objeción de conciencia para no vender la píldora poscoital en el caso de que fuera contrario a sus principios morales.
Aguilar realizó esta declaración el pasado jueves en un encuentro informativo con Servimedia, donde valoró el reciente fallo del Tribunal Constitucional que reconocía a Luis Malgarejo, boticario de Sevilla, el derecho a la objeción de conciencia para no vender la 'píldora del día después'.
El farmacéutico sevillano había sido multado en 2008 con 3.000 euros por la Delegación Provincial de Salud de Sevilla debido a su negativa de vender profilácticos y la píldora poscoital. Tras recurrir al TC, el pleno ha considerado que la sanción referida a la píldora anticonceptiva de emergencia vulneró su derecho a la libertad ideológica, amparada en el artículo 16.1 de la Constitución Española. Sin embargo, el tribunal no le concedió el amparo en cuanto a la venta de preservativos debido a que en este caso no puede darse “ningún conflicto de conciencia con relevancia constitucional”. “Es patente que el incumplimiento de la obligación relativa a las existencias de preservativos queda extramuros de la protección que brinda el artículo 16.1 de la Constitución”, han afirmado los jueces.
Esta sentencia ha sido criticada por el Gobierno Andaluz, que considera que “vulnera los derechos de las mujeres”. Según la Junta de Andalucía, atenta contra los derechos recogidos en la Ley de Salud Sexual y Reproductiva. Por su parte, la Consejería de Salud asegura que “Andalucía seguirá garantizando estos derechos, poniendo a disposición de las mujeres todos los métodos anticonceptivos a su alcance, garantizando la interrupción voluntaria del embarazo y el acceso a los productos anticonceptivos y contraceptivos”.
El presidente de los farmacéuticos declaró que la sentencia del Constitucional le parecía bien, aunque añadió que los boticarios deben asegurar a los ciudadanos la accesibilidad a todos los medicamentos, incluido la píldora poscoital.