Marvel, junto con DC Comics, ha sido la única editorial capaz de llevar sus productos impresos a la gran pantalla. En 1944, en co-producción con Republic Pictures, estrenaron la primera entrega de Capitán América. El éxito de la cinta fue una traición para la editorial, puesto que el personaje no tenía los rasgos diseñados inicialmente. Ante ese "atentado", la editorial optó por continuar con su senda en papel, superficie donde dominaba el mercado, gracias al talento de Stan Lee y Jack Kirby. Martin Goodman, propietario de la industria, seguía obsesionado con cambiar la manera de observar sus lanzamientos, hasta que, 42 años después, Lucasfilm y Universal Studios se lanzaron a producir Howard The Duck. Obtuvo tan poco éxito, que no se volvió a dar una colaboración entre la editorial y dichas productoras. Tras el fatídico intento por resarcir las cenizas del ideal de Goodman, cuatro (The Punisher (1989), Capitán América (1990), The Fantastic Four (1994) y Blade (1998)) fueron las películas que se sumaron, durante los siguientes 13 años, a las vitrinas cineastas de la Casa de las Ideas. Sin embargo, la balanza cayó del lado opuesto al triunfo.
Sin el talento de Stan Lee y Jack Kirby, retirados de su posición como redactor jefe y dibujante, respectivamente, Marvel debía enfrentarse, con sus históricos cómics, ante obras mágnanimas de la talla de Regreso Al Futuro (1985), La Chaqueta Metálica (1987), Schindler's List (1993) o American Beauty (1999). En adición, los espectadores, acostumbrados a un entretenimiento mucho más exigente, no veían saciadas sus ganas de ver una cinta notoria. Un momento complicado para encontrar la fórmula del éxito.
Las películas, hasta ese momento proyectadas, carecían de un guión elaborado, más allá de los clichés que inundaban los diálogos. Detalles sorprendentes, puesto que los cómics no fomentaban esas acciones, sino que resplandecían de riqueza verbal. Muy por encima de las acciones heroicas, estaban la conciencia y valores personales del personaje. El cine parecía un mundo imposible para plasmar todo lo que Lee y Kirby habían diseñado en la versión impresa. Ante la difícil situación, Marvel inició su particular trayectoria en las salas, manteniendo la esencia de los personajes originales, sacándoles partido a todos y cada uno de ellos.
El estreno de X-Men, en el año 2000, supuso el inicio del vertiginoso crecimiento que ha tenido el mundo Marvel, hasta el momento. Co-produciendo durante 8 años, títulos como Hulk (2003), X-Men (2000, 2003 y 2006), Blade (1998, 2002, 2004), Spiderman (2002, 2004 y 2007) o Iron Man (2008), han sabido llegar hasta el target necesario, copando la atención del espectador de mediana edad, ansiado por ver, junto a sus hijos, la adaptación cinematográfica de su cómic adulado.
Sin embargo, las primeras cintas no adquirieron buenas críticas, aunque, sí hacían vislumbrar un atisbo de esperanza económica . Cansados de las co-producciones y comprobado el éxito que habían conseguido con las películas de la primera década, Marvel decidió, en 2008, producir sus propios cómics, sin encomendarse a otras productoras externas. Esta decisión provocó, en la industria norteamericana, un fuerte impacto del mundo cómic, nuevamente , en las taquillas del país y, por consiguiente, el resto del mundo. Las primeras en ver el nacimiento de Marvel Studios, fueron El Increíble Hulk, precuela dirigida por Louis Leterrier, y Iron Man, del cineasta e intérprete norteamericano, Jon Favreau.
Un año después, Walt Disney Company, compró los derechos de la editorial, dejando a esta como subsidiaria. Con (gran) visión de futuro, comenzaron a preparar la ya conocida "cronología Marvel", donde entrarían las trilogías de Iron Man, Thor, Capitán América, The Avengers y The Amazing Spiderman, y la aparición de nuevos personajes como Guardianes de la Galaxia (en dos entregas), Dr. Strange, Pantera Negra, Ant-Man o Capitán Marvel. La precuela (2011) y secuelas de X-Men (2014 y 2016), incluidas las dos cintas dedicadas a Wolverine (2009 y 2013), pasaron a formar parte de las filas de FOX Entertainment.
La Casa de las Ideas había conseguido descifrar el enigma, inculcando, sobre sus personajes, los valores que Stan Lee les había proporcionado en los cómics. Diálogos de mayor inteligencia, acción exacerbada y de resolución infinita, puesto que si Marvel tiene algo de lo que el resto carece, es la capacidad para reinventarse sobre cualquier trama, sin resultar demasiado repetitivos. Llegados a este punto, es importante enunciar que el ciclo llevado a cabo por la industria está peligrando a causa de, paradójicamente, ser una industria. Los personajes no consiguen transmitir evoluciones interiores con respecto a sus primeras películas, lo cual repercute en la reverberación de la misma dinámica. El gran negocio que han conseguido hacer resurgir es aprovechar los momentos de vacío cinematográfico (verano) y proyectar, sobre la necesidad de los espectadores, dos ideas más que discutibles; 1: No pensar, y 2: Disfrutar de efectos especiales y acción a raudales. Una pena, puesto que, cada vez con mayor frecuencia, el fenómeno Marvel está engullendo al resto de piezas, que gozan de ínfimas oportunidades para ser las elegidas por el espectador medio.
Tras los éxitos mundiales de sus personajes insignia, destacando el gran impacto de The Avengers (2012), con el opening más elevado en la historia del cine (+200m $), Marvel dió un paso lateral, pero no para dejar pasar a otras editoriales punteras (DC Comics, por ejemplo), sino para ensanchar sus miras y conquistar, de la mano de FOX Entertainment, el mundo seriéfilo. En 2013, lanzaron el capítulo piloto de Agents Of S.H.I.E.L.D, en lo que fue un tanteo con una notoriedad mayor de la esperada. Tres temporadas después, podemos afirmar que la moneda ha salido de cara. Otros de los lanzamientos con mejor crítica, hasta el momento, han sido Daredevil, junto a Netflix en su producción, y Agent Carter, contando con la colaboración de ABC. Ambas han logrado prorrogar su vista cada semana, con una segunda temporada.
La guinda del pastel no sólo queda en audiencia, sino que, en los casos de Agents Of S.H.I.E.L.D y Daredevil, el jurado de los 67º premios Emmy, les han concedido una y tres nominaciones, respectivamente.
Ant-Man, dirigida por Payton Reed y protagonizada por Paul Rudd, Michael Douglas y Evangeline Lilly, es la próxima en tomar el poder de la gran pantalla. La fecha señalada para su estreno, en España 24 de julio.