A veces en la vida, hay cambios que llegan en los momentos menos esperados y suponen un giro de 360 grados a la mayoría de facetas presentes en el día a día de una persona. Personas anónimas que por caprichos del destino con el paso del tiempo son reconocidas por haber cogido un tren que en muchos casos pasó de improviso por el camino.
Así comenzó la historia de Jesús Castro en el mundo de la interpretación. Aquel joven de Vejer de la Frontera que se ganaba la vida ayudando a su padre y trabajando en lo que iba saliendo mientras acudía al instituto para finalizar un módulo de electrónica. Fue precisamente escapando del aburrimiento que le causaban a veces aquellas paredes, cuando la suerte llamó a su puerta de manera insistente. Jesús se saltó las dos últimas horas de clase para acompañar a un amigo al casting de El niño.
Una vez, allí la timidez de un chico que nunca había estado acostumbrado a ser el centro de atención, estuvo muy cerca de apartarle de aquella oportunidad todavía oculta para él. Cuando aquel moreno de ojos claros se disponía a volver a casa, las directoras de casting vieron algo al margen de su precensia que no podían dejar escapar. Yolanda Serrano y Eva Leira le convencieron para que hiciese la prueba y a los pocos días aquel papel tan codiciado fue suyo. Fue estar en el lugar y sitio indicado, en el momento menos esperado y con la fortuna de lado. Pero como bien dice su biografía de Twitter, "No dejes que nadie escriba tu propia historia y recuerda que las personas con magia no necesitan hacer trucos". Y aunque aquel día Yolanda y Eva fueron las encargadas de escribir las primeras líneas en su nueva historia, fue Jesús el que poco a poco se fue ganando con trabajo y una capacidad innata por aprender, el resto de oportunidades que le han ido surgiendo.
Tras el estreno de El niño allá por el 29 de agosto, la carrera y la fama mediática de Jesús fue creciendo como la espuma, al igual que sus ganas por seguir haciéndose grande en el mundo del cine. El éxito de la película inspirada en el tráfico de drogas por el estrecho, fue de la mano con los logros que poco a poco fue consiguiendo este gaditano que fue incluso nominado al Goya al Mejor Actor Revelación. Numerosas empresas incluso se pusieron en contacto con él para usar su imagen como reclamo publicitario.Algo impensable para un chaval de apenas 21 años que tras el rodaje de la película de Daniel Monzón, vio como otro de los grandes del cine español, Alberto Rodríguez, también se interesó en contar con él para La isla mínima. Otra cinta que consiguió grandes éxitos en el pasado 2014 y se llevó varios Premios Goya para certificar un paso por lo cines más que bueno.
La vida del niño de Vejer cambió de forma vertiginosa, pero su carácter y su forma de ser nunca lo hicieron. Siempre tuvo claro que llevar la humildad por bandera, era el primer paso necesario para alcanzar grandes cimas. Y así fue. Poco tiempo después, nuevos proyectos llamaron a su puerta. Desde Plano a Plano se interesaron en contar con su presencia para la serie El Príncipe y Jesús aceptó encantado. Una de las producciones televisivas con más audiencia del panorama nacional, contaría con el trabajo de un actor que desde su primera toma se ha centrado en absorber todas las enseñanzas como una esponja. Pero la carrera de Jesús no acaba tras dar vida a Paco. Ahora, son los responsables de la serie para Antena 3 Mar de Plástico, los que han decidido confiar en el actor andaluz. Precisamente, el rodaje ha arrancado cerca de la tierra que le vio crecer. En Almería, Jesús Castro sigue haciendo lo que más le gusta y aprendiendo de sus compañeros. Cada secuencia es una nueva oportunidad para comerse el mundo, para seguir formándose en un mundo complicado pero a la vez ilusionante para alguien que cada vez está más cómodo entre las cámaras. Alguien que con esfuerzo, humildad, carácter y convicción, pretende hacerse un hueco para siempre en la ficción televisiva y de la gran pantalla.
Algunos dirán que simplemente fue un golpe de suerte, pero quizás la clave del éxito de aquel chaval de Vejer de la Frontera, es su ilusión por llegar lejos en la que ha descubierto que es su pasión. Más allá de su mirada, al margen de la presencia que genera en pantalla. Su principal virtud es que no cambió, solo aprendió. Y aprender no es cambiar, es crecer. Este es el truco de de una persona con magia.
