Después de siete ediciones con un éxito indiscutible y con el fenómeno Ocho apellidos vascos todavía fresco, no cabía duda de que la nueva Fiesta del cine, volvería a llenar las salas, pero la realidad ha sido muy distinta.
Durante los cuatro días que ha durado este evento (11-14 de abril), los cines han registrado un total de 1.598.720 espectadores, una cifra superior a las semanas previas, pero que muy alejada de lo conseguido en octubre de 2014.
Lo motivos que explican esta caída pueden ser muchos, pero desde la Federación de Exhibidores (Fece), se apuntan dos principalmente: las semifinales de Champions en las que participaron Madrid y Barcelona y que obligaron a ampliar un día la Fiesta; y el buen tiempo que se ha dado en toda España y que animaba más a ir a la playa que al cine.
Pero desde otros sectores consideran que existe un tercer factor que explicaría esta situación: la cartelera. Los espectadores que hayan querido disfrutar de una película por 2.90 euros, se han encontrado con pocas opciones y ninguna realmente llamativa, siendo tal vez la excepción La era de Ultrón, la segunda parte de Los Vengadores que se ha convertido en la película más vista, seguida por El viaje más largo y Suite francesa.
Parece claro que la Fiesta del Cine ha echado en falta un pilar tan sólido como fue Ocho apellidos vascos en la pasada edición. La cinta de Martínez-Lázaro logró atraer a más de 800.000 espectadores de los 1,9 millones que acudieron a las salas.
