"Es un homenaje por lo que se supone que voy a hacer, más que por lo que he hecho". Paco León sabe que con tan solo dos largometrajes en su haber como director, el Premio Eloy de la Iglesia que ha recibido de la 18º edición del Festival de Málaga es un galardón que premia una visión muy particular del cine que está en proceso de proyección más que una carrera consolidada en sí.
No obstante, como fiel agradecido que es a su "casa malagueña", el actor y director sevillano sabe que nunca hay que decir no a ningún premio. "En cuatro años he pasado de joven promesa a vieja gloria en este festival", bromeaba esta tarde en la rueda de prensa anterior a una gala en el Cervantes en el que ha estado rodeado de familiares (incluidas su hermana María León y su madre Carmina Barrios), amigos y público, aquel que le brindó el aplauso con sus dos largometrajes como director: Carmina o Revienta (Premio del Público, mejor actriz para Carmina Barrios y premio Especial del Jurado en 2012) y Carmina y Amén (Mejor guion y actriz de reparto para Yolanda Ramos).
El sevillano adelanta que comenzará a grabar en agosto una película que ha escrito por encargo
"No me puedo quejar, para mí ha sido todo muy fácil", insitía ante la prensa, testigo de su promesa de traer al festival su próximo trabajo como guionista, una adaptación muy libre de una película australiana: "El Festival de Málaga es el mejor sitio de España para estrenar una película".
Tal y como adelantaba el director del festival, Juan Antonio Vigar, la próxima edición será en abril. Las grabaciones de su siguiente trabajo fuera de cámara comenzarán en agosto. Por tanto, es más que probable que Paco León regrese a su casa el próximo año. Mientras tanto, se lleva el Premio Eloy como recuerdo perenne de lo que se le quiere por la Costa del Sol.