Según el último informe de Amnistía Internacional, publicado este miércoles, 2014 ha sido un año de datos encontrados en lo que a la pena de muerte se refiere: bajan las ejecuciones pero suben las condenas a muerte.

Por una parte, el número de personas ejecutadas ha descendido aproximadamente un 20%. Por otra, la cifra de condenados a la pena capital en todo el mundo ha sufrido un importante aumento, punto en el que la ONG hace especial hincapié.

Amnistía, que no siempre tiene acceso a fuentes oficiales, en ocasiones obtiene estos datos de asociaciones civiles y de las familias de los inculpados. Por ello, la ONG no ha podido confirmar el número real de ejecuciones en lugares como China, Corea del Norte, Bielorrusia y Vietnam. Asimismo, este año Amnistía ha tenido dificultades para obtener información también en Irán, Eritrea, Malasia y Siria, donde las cifras son confusas.

¿Cuántas ejecuciones hubo en 2014?

En 2014 se produjeron 607 ejecuciones, un 22% que el año anterior

Amnistía Internacional ha informado de un total de 607 ejecuciones en 22 países, lo que supone casi un 22% menos que el año anterior, periodo en el que se produjeron 778 ejecuciones en el mismo número de países.

Sin embargo, estas cifras no incluyen los datos de China, país en el que el asunto es secreto de Estado y, por tanto, no revela el número de personas ejecutadas, tal como explica Carlos de las Heras, responsable de la campaña contra la pena de muerte de Amnistía Internacional. La ONG estima que el país podría incluso superar el millar de ejecuciones.

¿En cuántos países sigue vigente la pena de muerte?

58 países mantienen vigente la pena de muerte, pero sólo en 22 de ellos se llevaron a cabo ejecuciones durante el último año

Todavía son 58 países los que mantienen vigente la pena de muerte hoy en día, pero en 2014 sólo en 22 se llevaron a cabo ejecuciones, lo cual supone uno de cada diez países del mundo. Aun así, la cifra se ha reducido casi a la mitad respecto a hace veinte años, dado que en 1995 eran 41 países los que llevaban a cabo ejecuciones.

Por contra, 140 países han abolido la pena de muerte de diferentes formas. En concreto, 98 países la han abolido por ley, siete para delitos ordinarios, y 35 en la práctica.

Cabe destacar que siete países que llevaron a cabo ejecuciones en 2013, no lo hicieron a lo largo del 2014: Bangladesh, Botsuana, Indonesia, India, Kuwait, Nigeria y Sudán del Sur. Pero en el caso de Bielorrusia, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Guinea Ecuatorial, Jordania, Pakistán y Singapur, se reanudaron las ejecuciones tras un tiempo sin hacerlo.

¿Qué país es el que más personas ejecuta?

China, Irán y Arabia Saudí tienen las mayores cifras de ejecuciones

Aunque no hay datos precisos, Amnistía afirma que China es el país que más penas de muerte lleva a cabo. Entre los países de los que sí se tiene datos, Irán encabeza la lista con más de 290 ejecuciones, seguido de lejos por Arabia Saudí con más de 90, Irak con más de 60 y Estados Unidos con 35 ejecuciones. Además, Sudán, Yemen, Egipto, Somalia, Jordania y Guinea Ecuatorial completan el ranking de los diez países en los que más ejecuciones se llevan a cabo.

¿Cuántas personas han sido condenadas a muerte?

2.466 personas fueron condenadas a muerte durante 2014, un 28% más que el año anterior

Durante 2014 hubo al menos 2.466 condenas a muerte en 55 países, lo cual supone un incremento del 28% respecto a las 1.925 condenas dictadas en 57 países en 2013. Según Amnistía este aumento viene motivado principalmente por Egipto (509 condenas frente a las 109 del año anterior) y Nigeria (659 frente a 141).

En total, según las estimaciones de la ONG, a finales de 2014 había 19.094 personas en el corredor de la muerte en todo el mundo.

¿Qué métodos se usan para llevar a cabo las ejecuciones?

Cada país recurre a un método diferente para ajusticiar a los condenados a muerte, en función de su legislación. La mayoría de países usan el pelotón de fusilamiento y la horca, aunque también se utilizan las decapitaciones y las inyecciones letales.

Amnistía Internacional ha destacado el caso de Arabia Saudí y Sudán, donde se realizan ejecuciones públicas. Además, en este último, al menos 14 personas fueron ejecutadas por delitos que cometieron presuntamente cuando eran menores de edad. De la misma forma, la ONG ha constatado casos de condenados con discapacidades mentales o intelectuales.

¿Por qué delitos se ejecutan?

Por lo general, la pena capital se aplica para los denominados "delitos más graves", tal como se estipula en el Artículo 6 del Pacto Internacional Sobre Derechos Civiles y Políticos (ICCPR). Sin embargo, Amnistía Internacional ha documentado casos en los que no es así.

Se han impuesto ejecuciones por delitos como corrupción, adulterio, espionaje, blasfemia o brujería.

Por ejemplo, países como China, Indonesia, Irán, Malasia, Arabia Saudí, Singapur, Sri Lanka, Tailandia, Emiratos y Vietnam han impuesto la pena de muerte para delitos relacionados con drogas. Asimismo se ha condenado a muerte por delitos como la corrupción, robo armado, adulterio, violación con resultado de muerte, violación por violadores reincidentes, violación, secuestro, tortura, "insultar al profeta del Islam", blasfemia, e incluso "brujería" y "hechicería". 

Igualmente se ha castigado con la máxima pena por delitos como "traición", actos contra la seguridad nacional, colaboración con una entidad extranjera, "espionaje", participación en un movimiento insurreccional y terrorismo, y otros "crímenes contra el Estado", aunque no hayan supuesto la pérdida de vidas humanas en países como Líbano, Corea del Norte, Palestina, Qatar y Arabia Saudí.

Amnistía denuncia además que en muchos países los procedimientos judiciales no cumplen las normas internacionales sobre juicios justos. En algunos casos "tal incumplimiento supuso la obtención de confesiones mediante tortura o malos tratos", como por ejemplo en Afganistán, Arabia Saudí, Bahréin, China, Corea del Norte o Irak e Irán.

Como dato positivo, la ONG resalta que en diciembre de 2014, 117 países votaron a favor de una resolución de la Asamblea General de la ONU sobre una moratoria del uso de la pena de muerte.