La más reciente película del director sueco Ruben Östlund muestra con la ironía propia de los países nórdicos algunos temas recurrentes en una cinematografía heredera de autores como Victor Sjöström o Ingmar Bergman: las relaciones de pareja y los roles de género, de cara a una sociedad en la que dichos tópicos se reinterpretan con frecuencia.
Una familia sueca decide pasar las vacaciones de invierno en un elegante resort para esquiar. Las grietas de este núcleo familiar empiezan a hacerse evidentes tras sobrevivir a una avalancha de nieve durante la cual, el padre huye para salvar su vida y deja a los demás miembros de la familia expuestos al peligro. Este gesto, reprochado constantemente por la esposa, causará una tensión que irá creciendo a medida que transcurre el relato.
En primera instancia, podría pensarse que esta imagen de la avalancha serviría como metáfora para ilustrar esa ansiedad que aumenta como en un efecto de “bola de nieve”, ante el cual el padre y la madre tratarán de hallar por todos los medios una justificación que explique el porqué de sus actos. Como es de esperar, ninguna respuesta es satisfactoria y aunque se da la impresión de que alguno de los personajes estallará, todo se reduce a unos sentimientos contenidos de miedo, rabia y culpa que confirmarán el detonante de la crisis: se trataba de una avalancha “controlada”.
Es necesaria una buena dosis de cinismo para representar en clave de humor negro las transformaciones de las sociedades “civilizadas” o del primer mundo, en las que inevitablemente esas ideas de progreso están asociadas al replanteamiento de los roles familiares tradicionales. El estilo de vida contemporáneo hace pensar que cada momento de la vida, especialmente en lo que concierne a la crianza de los hijos, puede estar bajo control y completamente regulado. Lo que expone Fuerza mayor, apelando a los múltiples significados que otorga este título, es la posición del ser humano como supuesto sujeto instintivo, en contraste con las normas impuestas por la cultura, normas que aparentemente pueden desmoronarse y ser echadas por tierra –o por nieve– en cualquier momento.
Al finalizar este periplo la conclusión es equivalente y esos derrumbamientos simulados que permiten entrever algún asomo de ruptura, terminan teniendo el mismo final de la avalancha del relato: nada cambia y todo permanece igual que antes, lo que nos deja a la espera de una avalancha real, un colapso de los personajes o cualquier cosa que haga mucho ruido y finalmente nos alcance. Esto no sucede y nunca sucederá, como si hacer parte de la era moderna nos condenara a ello.
Título: Fuerza mayor (Turist) (Force Majeure)
Año: 2014.
Director: Ruben Östlund.
País: Suecia.
Duración: 120 minutos.
Reparto: Johannes Kuhnke, Lisa Loven Kongsli, Clara Wettergren, Vincent Wettergren, Kristofer Hivju, Fanni Metelius.
Tráiler:
