Objetivo Oscar 2015: 'La teoría del todo'
Foto (sin efecto): cinemania.

Este año ha sido el de las ciencias. O mejor dicho, el de los números. Junto a la biografía del matemático Alan Turing en The Imitation Game (Descifrando Enigma), las pocas semanas de vida de 2015 han visto llegar a los cines españoles la historia de otra de las mentes pensantes más brillantes que ha dejado la historia: Stephen Hawking.

Con un personaje que ha sido mimetizado hasta en la familia Simpson, muy pocos pensaban que La teoría del todo podría aportar algo nuevo sobre la figura de este universal científico, defensor de la llamada teoría de radiación de Hawking. Pues nos equivocábamos.

La película está dirigida por James Marsh, realizador que sorprendió en 2011 con su documental 'Project Nim'

En La Teoría del Todo, el realizador James Marsh (quien ya sorprendió a los críticos con el documental Project Nim en 2011) no conforma una sucesión de planos sobre esquemas escritos a tiza sobre una pizarra, o dilucidaciones casi ininteligibles para el resto de los mortales sobre agujeros negros o singularidades espaciotemporales.

Y es que La Teoría del Todo no pretende ser una tesina sobre el trabajo que ha marcado a fuego este nombre en la historia de la física sino que su vocación va más allá, convirtiéndose en un álbum familiar del hombre, esposo, padre, que se oculta bajo uno de los cerebros más brillantes de la historia.

Historia

El guionista Anthony McCarten adapta para la gran pantalla las letras que conforman las páginas de Hacia el infinito de Jane Hawking (Travelling to Infinity: My Life with Stephen), las memorias de la que fuese esposa de Stephen Hawking durante más de dos décadas y madre de sus tres hijos. Desde su primer flechazo en una fiesta en la Universidad cuando Stephen era estudiante de física y ella cursaba letras, pasando por su boda en 1965, su lucha por vencer la enfermedad que le detectaron a la precoz edad de los 21 años, pasando por el nacimiento de sus tres hijos en común y su posterior deterioro como matrimonio y punto final en 1991.

'La teoría del todo' está basado en el libro de Jane Wilde, 'Hacia el infinito'

"[Hawking] ya era un icono mundial, mi carrera aún estaba empezando y él había dejado claro que no se pusiera el foco en su vida privada. Me dijeron claramente: "no llames a la puerta porque nadie va a responder", con estas palabras explicaba McCarten en la promoción mundial de La Teoría del todo las vicisitudes que tuvo que superar para poder sacar adelante su guion.

Y mira que le costó. Años y años de estar detrás de Jane Wilde para que aceptara ceder los derechos de su obra. El resultado: un sobresaliente para McCarten y todo el equipo de la película: "Tengo mis quejas, porque han camuflado caracteres, han condensado el tiempo, han cambiado acontecimientos… Pero aún así es una maravilla", ha llegado a decir en una ocasión la propia protagonista.

Reparto

Una de las bazas principales de esta película sin duda es el reparto protagonista. Pese a que La teoría del todo supone un biopic estéticamente impecable, con una fotografía preciosa a cargo del francés Benoît Delhomme, con un guion más que notable y una banda sonora de ensueño, nada hubiese sido lo mismo sin Eddie Redmayne y Felicity Jones como el matrimonio Hawking. En ellos reside, en gran parte, el éxito de la producción.

No solo por la química que desprenden con cada mirada que cruzan en los primeros minutos del largometraje; tampoco por la complicidad que desarrollan en los momentos más duros y oscuros de la personalidad de ambos personajes; sino por la realidad con la que atrapan y hacen suyo cada gesto de la persona a la que pretenden emular.

En el caso de Eddie Redmayne lo suyo es simplemente incuestionable. Aquel pelirrojo y pecoso, al que muchos ya prestaron atención en Savage Grace como el hijo de Julianne Moore y que más tarde veríamos como la conquista de Michelle Williams en Mi semana con Marilyn o reconvertido en Marius de Los Miserables, ha demostrado que ya es hora de brillar con luz propia.

Con tan solo 33 años, Eddie Redmayne se ha ganado por derecho propio el aplauso unánime de la crítica y el público con su reencarnación de Hawking. Y decimos reencarnación porque no se limita a tomar prestado la figura del astrofísico y moldearla según sus necesidades, sino que es capaz de recrear al milímetro cada uno de los gestos, la voz y la sensibilidad del enfermo de ELA más mediático: desde los comienzos más tibios de la enfermedad, como aquel simple tropiezo, hasta la última fase en la que su delicado estado de salud casi le lleva a la muerte y se ve obligado a comunicarse a través de una máquina tras ser sometido a una traqueotomía de urgencia. Una actuación visceral y nacida desde el alma que traspasa la pantalla.

Durante la promoción de la película, Redmayne confesó haber visitado enfermos de ELA como parte de la preparación de su personaje además de haber contado con la ayuda de una coreógrafa para preparar todos los movimientos. No obstante, ninguno de estos dos elementos hubiesen servido de nada sin la base artística de calidad que posee el londinense y sin el complemento perfecto que supone su pareja en pantalla: Felicity Jones.

Y es que, Felicity Jones, por su parte, es la dupla que todos hubiesen soñado tener en esta historia. Dulce, delicada, con un toque aniñado que deja paso a la madurez más cruel (aquella que nace de la necesidad y de los golpes que nos asesta la vida), la actriz se mete con soltura en la piel de Jane Wilde, una joven enamorada que descubre que su pareja le quedan dos años de vida y cuyo calendario de vida tendrá que trastocar al ver que éste desafía a la propia ciencia alargando su declive físico hasta el presente.

Ese desorden en sus ideas acarrea en ella una profunda depresión que viene derivada por la carga que supone verse como cabeza de una familia con tres hijos pequeños y un dependiente de esas características. Aún así, su amor por Stephen hizo que no flaquearan sus fuerzas y que luchara hasta que el genio destruyó al hombre y la fama consumió a la familia. Y en todos estos altos y bajos emocionales del personaje, Jones consigue salir victoriosa, transmitiendo sensaciones encontradas sin caer en dramatismos y exceso de edulcorantes. Porque al fin y al cabo La teoría del todo no es una bonita historia de amor; sino una historia de superación, de superviviencia y optimismo ante aquello que jamás el hombre puede controlar: la salud.

Taquilla y palmarés

La película vivió su premiere mundial en el pasado Festival de Toronto, donde ya comenzó a generar buena prensa. Su estreno en tierras americanas fue en noviembre de 2014, mientras que en Reino Unido y España se retrasó hasta enero de 2015. Curiosamente en estos dos países ha alcanzado el número uno de la taquilla. En nuestro país no alcanzó la cima en su primer fin de semana de estreno, sino en el siguiente, cuando competía con uno de los taquillazos más esperados del año como era Into the woods. Con un presupuesto de unos 15 millones de dólares, la película ya lleva facturados más de 80 millones. Y teniendo en cuenta que aún se encuentra en muchas salas, su recaudación no dejará de aumentar en las próximas semanas.

La película ha sido número 1 en Reino Unido y en España

Actualmente, la película cuenta con dos Globos de Oro bajo el brazo: mejor actor drama para Eddie Redmayne y mejor banda sonora. En los premios de su casa, los BAFTA, consiguió salir victoriosa en tres de los 10 premios a los que optaba: mejor película británica, actor (Redmayne) y guion adaptado. Asimismo posee un premio del Sindicato de Actores gracias a su protagonista masculino.

Ahora bien, su palmarés podría aumentar en los próximos días dado que aspira a cinco premios Satellite Awards (mejor película, actor, actriz, fotografía y guion adaptado) y otras cinco candidaturas a los Critics Choice Awards (mejor película, actor, actriz, guion adaptado y banda sonora). Sin olvidar, las cinco opciones que tiene para la gran cita de los Oscar el próximo 22 de febrero y que, a continuación, os analizaremos.

La carrera por el Oscar

La Teoría del Todo parte con cinco candidaturas en los premios de la Academia de Hollywood. Esas cinco opciones son:

- Mejor película: su victoria en esta categoría es casi improbable teniendo a Boyhood y Birdman como principales rivales. No obstante, y visto lo visto con Birdman en los Globos de Oro y BAFTA, donde prácticamente ha sido ignorada, podría dar la campanada. Eso sí, antes tendría que derrotar a Boyhood, sin duda, la gran favorita de esta categoría.

- Mejor actor protagonista para Eddie Redmayne: hasta hace escasas semanas, las opciones del actor estaban al 50% repartidas con Michael Keaton (Birdman). El veterano intérprete comenzó la temporada de premios como el gran favorito a alzarse con este galardón, pero el SAG (premio del Sindicato de Actores) que finalmente levantó Redmayne hace dos semanas le ha hecho ganar terreno frente a Keaton. Recordar que salvo excepciones, siempre el ganador del SAG repite éxito en los Oscar. Veremos qué ocurre esta vez, pero la película de James Marsh tiene muchas opciones de no acabar la noche con las manos vacías gracias a Redmayne.

- Mejor actriz para Felicity Jones: pese a que su interpretación es de Oscar, no tiene nada que hacer frente a la gran favorita de la temporada como es Julianne Moore (Siempre Alice).

- Mejor guion adaptado: otro de las candidaturas donde parte con mayor ventaja. Salvo Whiplash, ningún otro rival de esta categoría parece hacerle sombra de cara a su carrera hacia la estatuilla. En los BAFTA triunfó en esta categoría. Queda por ver si sus homólogos americanos toman nota también.

- Mejor banda sonora: compuesta por Johann Johansson (creador también de la bso de Prisioneros), esta partitura de una gran belleza y elegancia tiene muchas papeletas para repetir triunfo tras alzarse con el Globo de Oro. Os dejamos con una de las piezas para que juzguéis por vosotros mismos.

El próximo 22 de febrero sabremos si las quinielas se cumplen y esta historia de superación y amor es premiada. Ya lo dice el propio Hawking en la película: "Mientras haya vida, hay esperanza". A soñar, amigos.

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