En la madrugada del 31 de enero, más de 260 autobuses llegaban a Madrid procedentes de todos los rincones de España para respaldar la movilización que el partido político de Iglesias convocó hace apenas un mes. Muchos madrileños o residentes en la capital salían de sus casas para dirigirse a Cibeles, punto de partida de la llamada “Marcha del Cambio”. Las líneas de transporte público que coincidían con algún punto del trayecto ciudadano se encontraban saturadas ya horas antes de que comenzara el recorrido.
Una marcha para "recuperar la dignidad y ayudar al cambio en nuestro país"
Miles de personas recorrieron la calle Álcala hasta llegar a la Puerta del Sol, en una jornada que no presentó incidentes ni altercados y en la que no se protestaba ni reivindicaba nada. Una movilización, como hace años no se recuerdan, que ofrecía respaldo a un partido político que con tan solo un año de vida, ha retado al bipartidismo español, cambiando completamente el marco político del país. Además, esta demostración de fuerza se da a comienzos del año 2015, el año de las elecciones, donde se encuentra en juego el futuro de España y su sociedad. Una reunión de masas que ha sorprendido por su afluencia que, según la policía alcanza las 100.000 personas, cifra que asciende hasta los 300.000 según los propios organizadores de la marcha.
También la movilización ha constituido un ejemplo de solidaridad ciudadana, en el que personas han cedido plazas en sus vehículos particulares con el objetivo de llegar a Madrid. En la capital hombres y mujeres han abierto las puertas de su casa a más de 1.200 personas de otras comunidades autónomas sin recursos para hospedarse en un hotel, pero que si querían dar voz al cambio que propone Podemos. Miles de ciudadanos han llenado el centro más emblemático de Madrid al grito de: "Sí se puede" o "El cambio ya está aquí", avisando a los dirigentes actuales que se acaba su tiempo al ritmo de un sonoro "Tic, Tac". Los ciudadanos han portado carteles y pancartas con diversos mensajes referentes a la situación del país, donde se leían "dedicatorias" al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, o a la canciller alemana, Angela Merkel. Incluso, se coreaban letras que parecían echar un pulso a determinados medios españoles y su habitual posicionamiento político o falta de objetividad, al ritmo de: "Luego diréis que somos cinco o seis".
Pablo Iglesias: Al cambio los de arriba lo llaman experimento y caos. Los de abajo lo llamamos democracia"La marcha terminaba su recorrido en la simbólica Puerta del Sol, seña de identidad del movimiento del 15M, semilla del actual partido político de Podemos. Pablo Iglesias procedió entonces a entonar su discurso, agradeciendo a todos los españoles su respaldo y su lucha. Muy recurrente fue la frase: “Soñamos, pero nos tomamos muy en serio nuestro sueños”, en un discurso donde fueron constantes las referencias históricas en las que el cambio lo había protagonizado el pueblo, como el levantamiento del 2 de mayo de 1808 contra los franceses o la proclamación de la II República en 1931, así el líder de Podemos matizaba que: "Esa gente valiente y humilde está en nuestra ADN y estamos orgullosos". Fueron también recurrentes las alusiones al cambio político en Europa que ha comenzado Syriza en Grecia y los pulsos a la figura de Merkel y a los mercados europeos. Iglesias entre aplausos y vítores gritaba su firme propósito: "Vamos a ganar las elecciones al Partido Popular”.
Después del 31E
Una imagen emblemática de la Puerta del Sol repleta de ciudadanos que quieren "recuperar la dignidad y ayudar al cambio en nuestro país" fue noticia el sábado 31 de enero en la prensa internacional, que se ha hecho eco del cambiante marco político que parece querer instalarse en España. La BBC, Le Figaro, Le Monde o The Independent, entre otros muchos, recogieron el desarrollo de una jornada que ha dejado constancia de que en España el poder político ya no se maneja entre dos.
