Este mes se cumplen diez años desde que llegara a nuestras pantallas un spin-off de 7 vidas, aquella sitcom de éxito en la que Aída era una chacha que trabajaba para Sole (Amparo Baró) y que después empezó a ‘currar’ de camarera en el Casi-ke-no, esto es, en el bar de Gonzalo (Gonzalo de Castro).
La trama arrancaba cuando el padre de Aída muere y le deja a ésta la casa familiar. Harta de ir pa’ca y pa’lla con sus niños a cuestas y la casa colgando, la ama de casa decidía regresar a Esperanza Sur, el modesto barrio madrileño en el que creció. Desde allí haría partícipes a los telespectadores de un sinfín de enredos cómicos que se desarrollarían entre reencuentros casuales con antiguos vecinos y amigos.
La ficción congregó a casi siete millones de espectadores (35,8%) el día de su estreno
Quién le iba a decir a los García que su nueva vida concitaría aquella noche la atención de 6.829.000 espectadores (un 35,8% de la audiencia) hasta convertirse en el mejor estreno de una ficción española de todos los tiempos. Aída supo conservar sus buenos datos y se alzó como la opción preferida por los jóvenes en la noche del domingo.
¿La clave de su éxito? Ante todo, un buen guión combinado con un eficaz elenco de personajes odiosos y a la vez entrañables con sus defectos, sus virtudes y sus muletillas y ya míticas frases (“El Luisma es tonto”, “Tiri-tiri-tiri”, “¿Pero esto qué eeees?”, “Lore, Lore, Macu, Macu”), aquellas que encontraron un hueco en las mentes de sus fieles seguidores.
Algunos calificaron su humor de vulgar; sin embargo, la crítica alabó a la ficción en reiteradas ocasiones. En 2006 se hizo con un Ondas a la Mejor serie nacional.
En 2006 el spin-off de '7 vidas' se hace con un Premio Ondas a la Mejor serie nacional
De hecho, cuatro de sus actores principales (Pepe Viyuela, Mariano Peña, Paco León y Carmen Machi) poseen sendos Premios Ondas como mejor intérprete en ficción nacional. Y éste no es el único galardón para León y Machi quienes, gracias al spin-off de 7 vidas, han obtenido varios TP de Oro, algún ATV y más de un premio a cargo de la Unión de Actores.
El 8 de junio de 2014 Mediaset España y la productora Globomedia ponían fin a Aída, y lo hacían por todo lo alto: recuperando personajes imprescindibles que se marcharon en alguna temporada como los encarnados por la propia Carmen Machi (que pasó varias temporadas en la cárcel), Ana Polvorosa y Secun de la Rosa.
Su presencia era absolutamente necesaria para lograr un último capítulo lleno de emociones, reencuentros, alguna lágrima y esas risas a las que nos tenían acostumbrados desde hacía una década. Además, un simple vistazo nos permitía darnos cuenta de cómo habían cambiado las cosas en Esperanza Sur: Jonathan había pasado de crío a adulto, y el Mauricio Colmenero que colgaba el cartel de ‘Cerramos, ¡Hasta siempre!’ en su mítico bar Reinols se vislumbraba bastante más canoso.
Y es que la ‘hermana’ de 7 vidas no solo caló a la audiencia. Actores como Paco León reconocieron que el proyecto había marcado un antes y un después en su carrera profesional: “Para mí, Aída va a ser el mejor trabajo de mi vida. Es muy difícil que vuelva a tener un personaje tan bombón, que llegue a tanta gente, que te paguen bien, que te lo pases bien la mayoría de los días”, constataba el sevillano en unas declaraciones al diario El Mundo.
Tal y como detalló Julián Sastre, guionista y productor ejecutivo de la ficción de Telecinco, “había presión con el cierre, pero no por parte de la productora o de la cadena; era algo autoimpuesto. Millones de personas llevaban años viéndonos y sentíamos que no podíamos fallarles. Barajamos muchas ideas pero teníamos claro lo fundamental: que Luisma y Paz debían acabar juntos”.
La serie supo sacar partido a sus cameos, casi todos rostros conocidos Telecinco
Fue con ese más que anhelado enlace con el que Aída dijo adiós después de nueve años, 237 capítulos, 12 episodios especiales, más de 25 premios, 830 tramas, 15.800 horas de grabación y unos 60 actores entre fijos, episódicos e invitados. Cuentan que rostros tan dispares como los de Antonio Resines, José Coronado, David Bisbal, Pablo Alborán o Rudy Fernández se asomaron al vecindario de los García en alguna ocasión. Incluso Mercedes Milá y Belén Esteban canturrearon eso de "que ahora soy mi misma dueña, mi amiga, mi jefa, la reina de mi casa… ¡que nadie me levante la voz!"