Nos remontamos al mes de diciembre de 2002. Adela (Natalia Millán) está lesionada y frustrada por no poder hacer lo único que sabe en esta vida: bailar. En su ausencia, las clases de baile clásico se están convirtiendo en una tortura para los estudiantes desde que una autoritaria Alicia Jáuregui ha tomado el relevo.
La tía de Silvia (Mónica Cruz) se dedica a machacar a los chicos y, no contenta con ello, decide arruinar las vacaciones de profesores y alumnos, a los que someterá a sendas pruebas de nivel para comprobar si están a la altura de trabajar y estudiar en una escuela tan prestigiosa como la de Carmen Arranz.
Al mismo tiempo, Carmen (Lola Herrera) es consciente de que el Consejo le está echando un pulso y pretende desplazarla. De ahora en adelante, incluso tendrá que compartir despacho con ‘la Jáuregui’, recién nombrada co-directora del centro. Sin embargo, el entrañable y siempre fiel conserje Antonio (interpretado por Pedro Peña, fallecido este mismo año) la animará a seguir luchando y no dejarse abatir por el desánimo.
Por su parte, Diana (Beatriz Rico) será la encargada de hacer las postales de Navidad, aquellas que se envían a todos los miembros del Consejo y a las familias. Para su confección necesitará la ayuda de Ingrid, elegida ese año imagen de la escuela. A espaldas de su instructura, y en un intento por enfurecer a su ex y profesor de música Juan (Alfonso Lara), la joven posará desnuda para llamar la atención y ser el blanco de todas las miradas. Entretanto, las vacaciones están a la vuelta de la esquina y los alumnos preparan una gala especial a la que asistirán sus familias. No las de todos, por supuesto.
A espaldas de todos, Ingrid posará desnuda en las postales de Navidad de la escuela
En el plano sentimental, el amor entre Pedro (Pablo Puyol) y Lola (Beatriz Luengo) se cocina a fuego lento, máxime cuando la chica tiene un nuevo y recién estrenado novio: Jero, quien esconde más de un secreto a la bailarina.
Por último, un Miguel Ángel Muñoz que hace de Rober (o de Roberto Arenales) plantará cara a su padre, y será contundente: no quiere trabajar en la empresa familiar; su sueño es ser actor. Como reprimenda, el joven se enfrenta a unas navidades en que sus tarjetas de crédito se han convertido en mero plástico. Acostumbrado a una vida de comodidades, Rober se verá obligado a pasar estas fechas trabajando junto a su compañero de habitación, ese ‘paleto’ con el que asegura que jamás se llevará bien.
El capítulo se cierra con una felicitación navideña a cargo del equipo de Un paso adelante.
De Un paso adelante a UPA Dance
Varios alumnos de la ficticia escuela se unieron en la vida real para crear un grupo de música pop
Antena 3 empezó a emitir esta producción en 2002 y la mantuvo durante 84 capítulos. La serie refleja las aspiraciones, frustraciones y conflictos de un grupo de jóvenes de distinta procedencia y clase social que entran en una escuela de Artes escénicas de Madrid. Entre los alumnos se establecerán fuertes vínculos de amistad, romances, rivalidades y hasta odio en un sinfín de escenas y situaciones donde la música, la danza y la imagen juegan un papel crucial.
Cabe recordar que varios actores del elenco de Un Paso Adelante formaron un grupo musical cuyo nombre hace honor a esta serie televisiva que les ayudó a darse a conocer: UPA Dance.
