A las siete de la mañana, un vehículo se empotró en la sede nacional del Partido Popular, situada en la calle Génova. El conductor, el empresario Daniel Pérez Berlanga, de 37 años, ya ha sido detenido y se espera que en breve pase a disposición judicial. A esa hora, tan solo el servicio de limpieza ocupaba el edificio, y según comentó Esperanza Aguirre a esRadio, una trabajadora “ha estado a punto de ser atropellada porque iba a una velocidad increíble, ha entrado hasta las escaleras”.

El mencionado vehículo iba equipado con dos bombonas de butano. El análisis realizado por los Tedax confirmó que no era una carga explosiva, aunque sí inflamable. Si bien ya no hay riesgo para la ciudadanía, la Policía desalojó las calles aledañas al comienzo del protocolo, cuando se desconocía la naturaleza de la sustancia. Mientras continúe el trabajo de la Policía, se mantendrá el amplio dispositivo desplegado que cubre más de 500 metros de perímetro, lo que también incluye las estaciones de metro aledañas.

Como ha indicado Carlos Floriano, “no hay que lamentar ningún tipo de daño personal”. El empresario, que podría estar arruinado a causa de la crisis, tal como ha informado Europa Press, también iba equipado con dos sacos y un detonador que se creía, podía explotar una hora después. Finalmente, esta sospecha quedó en una falsa alarma.

La Policía ha informado a los trabajadores del PP para que no acudan a Génova esta mañana. Entre los datos materiales está la cristalera de la entrada, que ha quedado destrozada, y toda la planta baja. Según comentó Esperanza Aguirre, “el vehículo ha entrado hasta las escaleras” por donde ella accede a su despacho, situado en la primera planta.