La cooperante navarra de Médicos sin Fronteras (MSF) repatriada el pasado viernes 21 de noviembre desde Mali ante el riesgo de que pudiera haberse infectado por ébola lleva más de diez días aislada de manera preventiva pero, por el momento, sigue sin presentar síntomas, según han confirmado a Europa Press fuentes de la organización.
La alarma saltó cuando la médico se pinchó accidentalmente con una aguja al tratar de poner una inyección a un paciente con el virus. Tras aterrizar en Madrid en un avión de MSF, la cooperante fue trasladada hasta el hospital Carlos III, donde previamente habían sido atendidos tanto los misioneros Miguel Pajares y Miguel García Viejo, repatriados este verano y finalmente fallecidos, como la auxiliar de enfermería Teresa Romero, quien logró sanar tras su contagio.
La médico pidió confidencialidad y se desconoce si sigue algún tratamiento
Desde entonces permanece aislada en el centro hospitalario ante el riesgo de que pueda desarrollar síntomas, ya que el virus tiene un periodo de incubación que puede alargarse hasta 21 días. Transcurrido ese plazo, que se cumpliría la próxima semana, si la paciente sigue asintomática podría recibir el alta. Llegado ese momento, España quedaría oficialmente libre de ébola.
Además, cabe recordar que mientras no desarrolle síntoma alguno no se le puede realizar el correspondiente análisis para certificar la presencia del virus.
Por su parte, los médicos del Carlos III valoraban suministrar un tratamiento profiláctico en este periodo de "cuarentena preventiva". Sin embargo, se desconoce si finalmente lo han hecho ya que la cooperante ha pedido "confidencialidad" sobre sus datos personales, el tratamiento que pueda seguir y las medidas que se puedan tomar.