Frío en julio es una película dirigida por el prematuro director Jim Micklen y cuenta con el guion de su colaborador habitual Nick Damici. El protagonista de esta entrega es Michael C. Hall (conocido principalmente por el papel principal de la serie de televisión Dexter) que esta vez estará acompañado principalmente por Sam Shepard (visto en películas como El Diario de Noa o Llamando a las puertas del cielo) y Don Johnson (el inolvidable Sonny Crocket de Corrupción en Miami).
En este largometraje se cuenta la historia de un hombre, Richard Dane, al que le entran a robar a casa resultando del encuentro entre este y el ladrón un muerto, el ladrón. A partir de este acontecimiento se verá envuelto en una serie de conflictos violentamente resueltos en los que nada garantizará la seguridad de Richard y/o su familia.
Esta mezcla de géneros también llamada Frío en julio resulta un coctel cuando menos curioso
Lo que comienza como un thriller rozando incluso el terror en algunas escenas que recuerda un poco a La Purga, se convierte en un momento del filme en cine negro con detective privado y todo (Don Johnson). Tras un par de revelaciones espeluznante, la historia se resuelve como un western ambientado en los años 80.
Un aspecto excelente de esta película es lo bien narrada que está, ya que pese a tener una historia poco coherente y un guion que flojea en momentos de alta dosis de drama, se sigue el hilo de la película con relativa facilidad llegando a sentir afinidad con los protagonistas, que por cierto, son estupendos.
Los tres roles principales de este filme no son fáciles de interpretar, por eso, estos tres actores han realizado un excelente trabajo a la hora de ponerse en la piel de los personajes en cuestión; los tres hombres principales de la película evolucionan junto con la historia, cambiando cuando el guion lo exige y siempre de forma progresiva y fluida. La fotografía de esta obra es otro gran acierto, jugando mucho con los colores de la sangre y de la noche. En definitiva, es una buena película que ver con la mente abierta en la que hay que estar dispuesto a renunciar a las normas del cine clásico, pero para ello habrá que esperar hasta el 12 de diciembre, fecha de su estreno.