La Fiesta del Cine vuelve a arrasar. En su VII edición, han sido más de dos millones de espectadores los que se han disfrutado de la pantalla grande, un 15% más que en la última cita de hace seis meses y un 28% más que el año pasado.
Lunes, martes y miércoles, los cines han visto sus taquillas repletas y es que, sin duda, la gente sabe aprovechar una ocasión como esta. Los precios de las entradas en días normales son excesivamente elevados y es una lástima que los espectadores no puedan permitirse ir más al cine y disfrutar de una película como se debe hacer. “El plan de ver cine barato funciona porque los precios bajos siempre motivan a la gente”, declaraban los trabajadores de Cinesa de Príncipe Pío.
Muchos se anticiparon y compraron las entradas por Internet, aunque llevase unos céntimos de recargo, sobre todo los que eligieron las sesiones de tarde. En los horarios nocturnos eran más las personas que se aglutinaban en colas deseando que todavía hubiese butacas libres en la salas. Pero la película daba igual, más de uno aprovechaba la ocasión fuese cual fuese el argumento de la cinta e, incluso, los hay que repitieron.
Los espectadores no son los únicos que se han beneficiado, los cines han recaudado más de 6 millones de euros y las películas en cartelera han recibido muchas más visitas. Las tres más vistas han sido, por este orden: Drácula, la leyenda jamás contada; Torrente 5: operación Eurovegas y El protector; pero el resto de filmes también han tenido buenos resultados. La isla mínima había ocupado el décimo puesto durante el fin de semana y, gracias a la Fiesta del cine, ha logrado subir hasta el lugar de la sexta película más vista. También han conseguido hacer taquilla otras como: Relatos salvajes, Ninja turtles, Annabelle, El juez y Vamos de polis.
Está claro que la iniciativa de la industria cinematográfica de poner las entradas de cine a precios asequibles está triunfando y lo seguirá haciendo mientras haya tanta diferencia el día que pueda disfrutarse una promoción como esta.
