Partido de la Libertad Individual: el liberalismo objetivista e insolidario
Partido de la Libertad Individual

Hace un par de días me leí las 84 páginas del programa de un partido que descubrí hace unos meses: Partido de la Libertad Individual, el único partido político, a mi parecer, liberal en todas sus dimensiones. Estoy de acuerdo en la gran mayoría de los puntos (apartando mis dudas sempiternas acerca de privatizar la educación y la sanidad, a la par que mi ignorancia acerca del patrón oro), pero estos liberales defienden un sistema filosófico que me hace diferir totalmente de su proyecto y que considero que es altamente perjudicial para el progreso conjunto de la humanidad: el objetivismo randiano.

El interés individual como valor supremo y la defenestración de la humildad y el altruismo

El objetivismo, creado por Ayn Rand, propugna el egoísmo racional. Defiende que el propósito moral de la vida es la búsqueda de la propia felicidad, y que el único sistema social para conseguirlo es el capitalismo puro, sin ningún tipo de intervención estatal en la economía. De ello nos podemos cerciorar en los dos próximos párrafos:

“El hombre es un fin en sí mismo, no el medio para los fines de otros. Debe existir por sí mismo y para sí mismo, sin sacrificarse por los demás ni sacrificando a otros. La búsqueda de su propio interés, su propio racional y su propia felicidad es el más alto propósito moral de su vida”.

“El sistema político económico ideal es el capitalismo laissez-faire. Es un sistema en el cual los hombres tratan unos con otros no como amos y esclavos, sino como comerciantes, mediante intercambio libre y voluntario, en beneficio mutuo. Es un sistema en el cual ningún hombre puede obtener ningún valor de otro mediante el uso de la fuerza física, y ningún hombre debe iniciar el uso de la fuerza física contra otros. El gobierno actúa exclusivamente como policía, protegiendo los derechos de los hombres solo en represalia y solo contra aquellos que inician el uso de la fuerza física, tales como criminales o invasores extranjeros. En un sistema de capitalismo puro, debe haber (pero históricamente esta situación aún no se ha dado nunca) una separación total entre el estado y la economía, en la misma manera y por las mismas razones que en el caso de la separación entre la iglesia y el estado”.

Rand era una señora que defendía que el orgullo y el egoísmo “racional”, eran virtudes; y que ser humilde, altruista y el sacrificarse por los demás era perjudicial para el ser humano; además de estar totalmente en contra de la existencia de los derechos positivos (derecho a un trabajo justo, sanidad, educación, etc), afirmando que solo existen los derechos negativos. La señora Rand era igual de sectaria que los típicos libertarians que te consideraban un conservador retrógado por disentir lo más mínimo de sus creencias. O de los que te llaman “buenista”(reza porque tengan un buen día), si defiendes los valores de la humildad y el altruismo. El Partido de la Libertad Individual es una especie de Podemos ultra-liberal, ofreciendo propuestas irreales y sin estar basados en ningún tipo de ética. 

Todo este pensamiento se resume en una sola frase del programa del partido en cuestión cuando defienden el lucro propio: “La contribución de esa persona, en busca de su propio beneficio, resulta generalmente más eficaz que la de cualquier organización caritativa”. Entonces, como exalumno de las Escuelas Pías y catequista en uno de sus grupos de confirmación, ¿me voy a creer que una persona que quisiera obtener un beneficio económico mediante la educación hubiera sido más eficaz para la sociedad que la caridad y altruismo de San José de Calasanz a la hora de ver a los niños pobres en el Trastévere? Ni loco.

Defensa de los paraísos fiscales

El Partido de la Libertad Individual, no solo respeta la soberanía fiscal de los paraísos fiscales, tal y como se puede apreciar en la página 75 de su Programa Político Marco, sino que realiza una defensa enconada de los mismos. Incluso llegan a proponer que las Islas Canarias, Ceuta y Melilla podrían convertirse en paraísos fiscales dado que tienen unas condiciones óptimas para ello.

No encuentro diferencias entre el materialismo marxista y este materialismo objetivista La defensa de los paraísos fiscales radica en la típica visión de los ultra-liberales de que el impuesto es una coacción, como toda redistribución de la riqueza ejercida por parte del Estado o un tercero ajena a ella. Algo de verdad reside en este argumento, pero la defensa de los paraísos fiscales resulta inexplicable y paradójico porque, al privatizar todos los servicios públicos, en su mismo programa dicen creer en la solidaridad de los ciudadanos. Sin embargo, si una persona evade impuestos hacia un paraíso fiscal, lo único que está haciendo es solamente pensar en sí misma, en su único progreso y en su interés, dejando a un lado el de la sociedad y creyéndose tener más derechos que sus conciudadanos, lo que ataca a uno de los principios irrenunciables del liberalismo.

El materialismo marxista suponía una falsa profecía para la humanidad, al igual que el materialismo objetivista patentado por Ayn Rand. Por mucho que esta escritora se mostrara anti-comunista, su pensamiento filosófico estaba muy unido con el materialismo de sus oponentes; los extremos se tocan más de lo que creen. Un liberalismo sin la existencia de estos valores que tanto detestan los objetivistas, puede llegar a representar un caos más grande que el propio comunismo. Y este materialismo es el que propugna el Partido por la Libertad Individual, un Podemos ultra-liberal. La realización de este proyecto y estos valores supondrían la auto-destrucción del propio liberalismo y un verdadero drama para la humanidad.  

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