Una película se compone de una gran cantidad de elementos, entre los que destacan principalmente la imagen, el texto y la música. En ciertas ocasiones, esta última queda relegada a un papel de refuerzo o decorativo, pero existen algunas piezas que adquieren una identidad propia, traspasando las fronteras de la pantalla y haciéndose reconocibles para todo el mundo de manera independiente.
Casi 10.000 personas disfrutaron anoche de la magia de muchas de esas bandas sonoras del cine en la Plaza de Toros de Las Ventas de Madrid. Tras el éxito cosechado en 2012 con su John Williams Tour, la Film Symphony Orchestra regresó a Madrid para dar uno de sus conciertos más ambiciosos hasta la fecha.
A lo largo de las más de dos horas y media que duró el concierto, los 70 miembros de la única orquesta profesional en Europa que hace giras dedicadas a las bandas sonoras de cine hicieron vibrar a un público entregado que abarrotaba las gradas de la madrileña plaza de Las Ventas.
Fue una noche mágica en la que los presentes fueron viajando a través del oído por 18 películas
Los primeros acordes de Lo que el viento se llevó, del compositor Max Steiner, arrancaban la primera ovación de una noche mágica en la que los presentes fueron viajando a través del oído por 18 películas, todo ello de la mano del efusivo y carismático director de orquesta Constantino Martínez-Orts.
Las bandas sonoras de El último mohicano, Lawrence de Arabia, Batman y Forrest Gump fueron las siguientes en ser interpretadas de manera magistral por la Film Symphony Orchestra durante la primera parte de un espectáculo que contó con un amplio y variado repertorio.
Si hablamos de bandas sonoras en el cine, el primer nombre que viene a la cabeza de la gran mayoría es el de John Williams. El compositor americano es la especialidad de la FSO como quedó demostrado en el tour que hicieron en 2012 por varias ciudades de España. Encuentros en la tercera fase fue la primera pieza de Williams que interpretaron en este show de 2014. La primera parte del concierto se cerraba con dos de los temas más esperados: El señor de los anillos y Regreso al futuro, que arrancaron dos grandes ovaciones de los allí presentes.
A medida que avanzaba la noche, la Plaza de Toros de Las Ventas se iba convirtiendo en el escenario de épicas historias
Tras un receso de 20 minutos, todo estaba preparado para comenzar de nuevo con una segunda parte llena de momentos espectaculares. Por primera vez, la Film Symphony Orchestra ha incluido en su repertorio temas de series de televisión y la segunda parte empezaba con la intro de la ficción de más éxito del panorama televisivo actual: Juego de Tronos. Los primeros acordes de la sintonía de la serie de HBO, creada por Ramin Djawadi, hacían ponerse en pie al público, que a través del oído viajaba a los Siete Reinos de Poniente.
A medida que avanzaba la noche, la Plaza de Toros de Las Ventas se iba convirtiendo en el escenario de épicas historias. El antiguo Imperio Romano, la Escocia de los siglos XIII y XIV o el lejano oeste americano llegaron a Madrid a medida que los músicos interpretaban Ben Hur, Braveheart y Los siete magníficos.
la Film Symphony Orchestra regaló al público cuatro bises, el último de los cuales, y como no podía ser de otra forma, fue Superman
Después tocó el turno para que los más pequeños de la casa disfrutaran con dos piezas de los dos grandes maestros de las bandas sonoras de la actualidad: Harry Potter y la Piedra Filosofal (John Williams) y Piratas del Caribe: El cofre del hombre muerto (Hans Zimmer). El mismísimo Jack Sparrow no quiso faltar a la cita y mientras se interpretaba su pieza se paseaba por el escenario como si de la Perla Negra se tratase. Las bandas sonoras de Origen, con guitarra eléctrica incluida, y Robin Hood daban paso al que parecía el final de una épica noche. Solo quedaba una pieza más, quizá el tema más conocido de la historia del cine: La guerra de las galaxias (John Williams). Los músicos la reprodujeron de forma exquisita para locura de todos los allí presentes, que se pusieron en pie y ovacionaron durante varios minutos a toda la orquesta desde unas gradas en las que había caballeros jedi que entretenían al público con sus espadas láser.
El concierto, sin embargo, no acabó allí, ya que tras la interpretación del último tema indicado en el programa, la Film Symphony Orchestra regaló al público cuatro bises, el último de los cuales, y como no podía ser de otra forma, no fue otro que una de las fanfarrias más conocidas de John Williams, la que creó en el año 1978 para Superman.
Indiana Jones, la Marcha Imperial de La guerra de las galaxias, la sintonía inicial de Los Simpsons (para la que el director pidió la colaboración del público, que tenía que cantar el inicio de la misma) y la mencionada banda sonora de Superman fueron los premios que la Film Symphony Orchestra regaló a un entregadísimo público que ovacionó a los músicos en innumerables ocasiones.
Film Symphony Orchestra demuestra, un año más, que la música de cine, bien entendida y bien interpretada en directo, es un producto que agrada al público y que tiene su lugar en la cartelera española, aunque la fama de este espectáculo, que ya lleva realizándose tres años consecutivos, hace necesario que el show tenga lugar en lugares abiertos y con muchas localidades, como en Las Ventas, perdiendo así la magia de la acústica de los auditorios para los que este tipo de música está diseñada.
Film Symphony Orchestra demuestra, un año, que la música de cine, bien interpretada en directo, es un producto que agrada al público y que tiene su lugar en la cartelera española
Sevilla, Ceuta, San Sebastián, Bilbao, Zaragoza, Valencia, Barcelona, Málaga y La Coruña serán las siguientes paradas del tour 2014 de la FSO. Cada uno de esos conciertos será una ocasión perfecta para disfrutar de la magia del cine, por una vez, a través del oído y no de la vista.
El éxito del concierto de ayer garantiza casi seguro una nueva edición de su gira. "Si hace buen tiempo, el año que viene estaremos aquí, en Las Ventas, con el Tour 2015", comentaba ayer el director Constantino Martínez-Orts al final del concierto, cuando agradecía al público su entrega en lo que ya se ha convertido en la fiesta anual del cine y la música sinfónica en nuestro país.
