No renunciar nunca a ser quien eres. Este es el pensamiento que siempre ha acompañado al actor Peter Dinklage. Conocido actualmente, sobre todo, por su papel de Tyrion Lannister en Juego de Tronos, Dinklage lleva casi veinte años entre el cine y la televisión, y unos cuantos más en los escenarios de teatro, donde se inició como el gran actor que es a día de hoy. Nacido en 1969, en Morristown, Nueva Jersey, está casado desde 2005 con la directora de teatro Erica Schmidt, con quien tuvo una hija en 2011, Zelig Dinklage. Galardonado con un Globo de Oro y un Emmy por el papel de hijo pequeño de la familia Lannister, ha tenido que luchar desde que nació con la idea de que su estatura no sería nunca la misma que la mayoría de la gente. Peter Dinklage nació con acondroplasia, un desorden de modificación del ADN que altera el factor de crecimiento, y que no le ha permitido superar los 135 centímetros de altura.
"Un actor debe interpretar a una persona, no a un adjetivo o un adverbio."
Hace ya varios años que aceptó que esto no lo podría cambiar y tendría que convivir con ello. En 2003, en la presentación de Vías cruzadas en el Festival de Toronto, afirmó que “cuando era más joven, permití que me afectara. Durante mi adolescencia, me sentía amargado y enfadado, y yo mismo interpuse murallas. Pero conforme vas creciendo, te das cuenta de que simplemente necesitas tener sentido del humor. Entiendes que este no es un problema tuyo, es de los demás”. Lo que siempre ha tenido claro, es que no quería que su enanismo le encasillara en un tipo de personaje. Siempre rechazó los muchos papeles que le ofrecieron para hacer de elfo. Por mucho que necesitara el dinero en sus inicios, siempre se negaba a consentir ese estereotipo. “Siempre puedes decir que no. No puedes ser el objeto del ridículo”, afirmó una vez en el The New York Times. Cree que “un actor debe interpretar a una persona, no a un adjetivo o un adverbio”. Incluso en una de sus películas más recordadas, Elf, su papel no era el de un elfo como podríamos imaginar, sino que Dinklage se ponía en la piel de un escritor de literatura para niños, Miles Finch. La única vez en que el actor cedió un poco el estereotipo, fue en Las crónicas de Nárnia: el príncipe Caspian, en 2008, en el que interpretó a un mágico enano con zapatos de punta y barba postiza. El actor afirmaba en una entrevista en la revista Rolling Stone que su yo de veinte años se habría disgustado por aceptar ese papel, afirmando con su gran sentido del humor que “me habría mandado a la mierda. Pero que le den”. Dirigiéndose a él decía: “vete a disfrutar otra vez de tu cena de macarrones con queso. Mira bajo el horno: oh, sí, eso es una rata. Yo vuelo en primera clase, tío. Nos vemos”.
Ahora, con la notoriedad que ha cogido en el mundo del cine y la televisión gracias a la adaptación televisiva de la saga de libros Canción de hielo y fuego de George R. R. Martin, a Peter Dinklage de personajes para interpretar no le faltan. Para 2015 tiene tres películas para estrenar: Taxi, Pixels y O’ Lucky Day, en todas ellas como protagonista principal. Este 2014 el actor se ha estrenado como un personaje más en la nueva película de X-Men, X-Men: Días del futuro pasado, en la que ha podido rodar con estrellas como Hugh Jackman, Michael Fassbender, Jennifer Lawrence o Halle Berry. Dinklage interpreta a Bolivar Trask, un científico militar que creó los Centinelas, una serie de robots para cazar y destruir mutantes.
George R. R. Martin: “Si no hubiera aceptado el papel, habríamos tenido un problema”
De Tyrion Lannister, Dinklage dijo que “lo que me da pena es interpretar a un personaje que es mucho mejor persona que tú mismo. Supongo que la gente que ha dado vida a los superhéroes lo ha sufrido durante años”. Y es que, la versión arrogante de los primeros capítulos del personaje, se fue convirtiendo en una persona inteligente, perspicaz y más leal de lo que parecía. El actor lleva ya cuatro años interpretándolo, y él fue siempre la única opción que contemplaba George R. R. Martin para el papel. “Si no hubiera aceptado el papel, habríamos tenido un problema”, dijo el autor de la saga. David Benioff, co-creador de Juego de Tronos, añadía que “cuando leí los libros de George, me pareció que Tyrion Lannister era uno de los grandes personajes de la historia de la literatura. No sólo de la literatura fantástica, sino de toda la literatura. Un tipo brillante, cáustico, sexual, borracho y que se flagela a sí mismo. Y sólo había una opción para interpretar a tal personaje”.
Benioff siempre ha idolatrado a Peter Dinklage: “cuando conocí a Dinklage en una cena años atrás, miré a mi alrededor y vi que todas las mujeres, incluida la mía, estaban concentradas en sus palabras hechizadas”. En la revista Rolling Stone, el actor comentaba que cuando era joven tenía problemas con las mujeres, pero a medida que se fue haciendo mayor se fue acomodando también a las situaciones sociales con el sexo opuesto: “las mujeres responden a la confianza, al sentido del humor. Yo siempre supe hacerlas reír, y eso ayuda mucho”.
“Deberíamos llegar a un nivel en el que no sea necesario tener que predicar de que somos todos iguales.”
En 2012, en el momento de recoger el Globo de Oro a mejor actor de reparto en televisión, Dinklage pronunció el nombre de Martin Henderson, un enano británico que acababa de ser herido casi mortalmente de manera intencionada. Su idea nunca ha sido instruir en la sociedad para avanzar en el progreso de que todos somos iguales, aunque no le importaría que gracias a él fuera posible. Lo que siente, pero, es que “deberíamos llegar a un nivel en el que no sea necesario tener que predicar sobre ello”.